
Aragón es una comunidad autónoma situada en el noreste de España, con una rica historia, paisajes espectaculares y una gastronomía única. Se compone de tres provincias: Zaragoza, Huesca y Teruel, y cuenta con 731 municipios.
Situación geográfica
Aragón limita con Francia al norte, a través de los Pirineos, y con las comunidades de Cataluña, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja y Navarra. Su territorio es muy variado, con montañas, valles y zonas áridas.
La historia de Aragón es fascinante y está marcada por su evolución desde la prehistoria hasta convertirse en un reino influyente en la península ibérica.
Orígenes y época medieval
Los primeros asentamientos humanos en Aragón datan del Paleolítico, con restos encontrados en lugares como la Cueva de los Moros de Gabasa. Durante la época romana, la región fue parte de la provincia de Tarraconense, con ciudades importantes como Caesaraugusta (Zaragoza).
En el siglo VIII, con la invasión musulmana de la península, surgieron pequeños núcleos cristianos de resistencia. En el siglo IX, el territorio que hoy conocemos como Aragón comenzó a tomar forma bajo el dominio del Reino de Pamplona. En 1035, con la muerte de Sancho III de Navarra, su hijo Ramiro I estableció el Reino de Aragón, que se expandió rápidamente.
La Corona de Aragón y su expansión
En 1137, el matrimonio entre Ramiro II de Aragón y Petronila de Barcelona unió Aragón con el Condado de Barcelona, formando la Corona de Aragón. Durante los siglos siguientes, Aragón se convirtió en una potencia mediterránea, conquistando territorios como Valencia, Baleares, Sicilia, Cerdeña y Nápoles.
Uno de los momentos clave fue el reinado de Pedro IV el Ceremonioso, quien consolidó el poder de la Corona y fortaleció sus instituciones. La Aljafería de Zaragoza, construida en el siglo XI, es un testimonio de la riqueza y el esplendor de la monarquía aragonesa.
La unión con Castilla y los Decretos de Nueva Planta
En 1479, con el matrimonio de Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, se unificaron los reinos, dando origen a la Monarquía Hispánica. Aunque Aragón mantuvo sus fueros y autonomía, en 1707, tras la Guerra de Sucesión, Felipe V impuso los Decretos de Nueva Planta, eliminando las instituciones propias de Aragón y centralizando el poder en Madrid.
Siglo XIX y XX: modernización y autonomía
Durante el siglo XIX, Aragón sufrió las consecuencias de la Guerra de Independencia y las guerras carlistas. En el siglo XX, la región experimentó un fuerte desarrollo industrial y agrícola. En 1982, con la aprobación del Estatuto de Autonomía, Aragón recuperó parte de su identidad política y administrativa.
Hoy en día, Aragón es una comunidad con una rica herencia histórica, un patrimonio impresionante y una identidad cultural fuerte.
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