Lotería de Navidad 2025: tradición, emoción y los rituales más curiosos para atraer la suerte

Publicado el 20 de diciembre de 2025, 9:10
la imagen del decimo de la loteria del 22 de diciembre de 2025

La Lotería de Navidad: una tradición española que se vive con emoción, rituales y un pellizco de magia

En España hay costumbres que marcan el ritmo de diciembre: el olor a turrón, las luces en las calles, las comidas que se multiplican… y, por encima de todas, la Lotería de Navidad. Cada año, el 22 de diciembre por la mañana, el país entero se detiene para escuchar las voces de los niños de San Ildefonso cantar los números que pueden cambiar la vida de alguien.

Es un sonido que forma parte de nuestra memoria colectiva, tan reconocible como un villancico o el tintineo de una copa en Nochebuena.

La Lotería de Navidad no es solo un sorteo: es un ritual social, una tradición que atraviesa generaciones y que convierte un simple décimo en un símbolo de esperanza compartida. Hay quienes juegan todo el año, pero también están los que solo compran lotería en Navidad, como si este sorteo tuviera un brillo especial que no se repite en ningún otro momento. Y quizá sea así: no hay otro día en el que tanta gente comparta ilusión al mismo tiempo.

Una tradición que une a familias, amigos y desconocidos

Colas en la administración de loterias de Doña Manolita de Madrid

Comprar un décimo de Navidad es casi un acto social. Se regalan participaciones en las cenas de empresa, se intercambian números entre amigos, se compra “el de todos los años” en la misma administración, y se guardan décimos como pequeños amuletos. Incluso quienes no creen en la suerte sienten que “por si acaso” hay que tener uno.

La tradición es tan fuerte que muchas personas viajan a administraciones famosas —como Doña Manolita en Madrid o La Bruixa d’Or en Sort— solo para comprar un número. No importa la cola, ni el frío, ni la espera: lo importante es formar parte del ritual.

La emoción del 22 de diciembre por la mañana

salon del sorteo de la loteria de navidad con dosmujeres con gorritos imitando un arbol de navidad de color plateado con bolitas rojas

El día del sorteo tiene algo de ceremonia nacional. Desde primera hora, las radios y televisiones retransmiten el evento en directo. Las bolas giran, los niños cantan, y millones de personas escuchan con una mezcla de nervios, esperanza y nostalgia.

Hay quien sigue el sorteo mientras desayuna, quien lo pone de fondo en el trabajo, quien lo ve con la familia como si fuera un acontecimiento deportivo. Y cuando cae el Gordo, aunque no toque, siempre hay un pequeño estallido de alegría colectiva: “¡Ha salido!”, “¡Mira, en tal barrio!”, “¡Qué ilusión para ellos!”.

Es un momento que nos recuerda que la suerte, aunque caprichosa, también es una fiesta compartida.


Rituales originales y poco conocidos de la Lotería de Navidad


La Lotería de Navidad no solo mueve ilusión: también despierta la creatividad supersticiosa de miles de personas. Más allá de los rituales clásicos —frotar el décimo en una barriga embarazada o pasarlo por la espalda de un jorobado— existe un universo de costumbres menos conocidas, algunas heredadas de abuelos, otras inventadas sobre la marcha, todas con un encanto irresistible

1. El “reposo energético” del décimo

Hay quien compra el número y no lo guarda en la cartera ni en un cajón: lo deja reposar 24 horas bajo la almohada. La idea es que el décimo “absorba” la energía personal del durmiente. Algunos incluso aseguran que si sueñan con agua clara, el número tiene más posibilidades.

2. El ritual del congelador

Aunque suene extraño, muchas personas guardan el décimo en el congelador durante la noche previa al sorteo. Dicen que así “se congela la mala suerte” y se preserva la buena. Es un ritual doméstico, silencioso y casi clandestino, pero sorprendentemente extendido.

3. El paseo nocturno del décimo

En algunos pueblos, la noche del 21 de diciembre se hace un pequeño paseo con el décimo en el bolsillo, dando una vuelta a la manzana o al barrio. No es para atraer viajes, como la maleta de Nochevieja, sino para que el número “se airee” y entre en contacto con el mundo antes del sorteo.

4. El toque de madera… literal

Hay quien coloca el décimo sobre una mesa de madera natural y le da tres golpecitos suaves antes de guardarlo. No vale madera barnizada ni muebles modernos: tiene que ser madera “viva”, como la de una mesa antigua o una puerta de casa.

10 rituales originales para que toque la loteria de navidad infografia

5. El baño de luna

Este ritual es precioso y muy poco conocido. Consiste en dejar el décimo toda la noche del 21 bajo la luz de la luna, especialmente si coincide con luna creciente. Se cree que la luna potencia la suerte y “abre caminos”. Es un ritual más poético que supersticioso, pero tiene un encanto especial.

6. El número que no se toca

En algunas familias existe la tradición de que solo una persona puede tocar el décimo desde que se compra hasta el día del sorteo. Si alguien más lo toca, “se rompe la suerte”. En otras casas ocurre justo lo contrario: todos deben tocarlo para “compartir la energía”.

7. El rezo improvisado

No es un rezo religioso, sino una especie de mantra personal. Hay quien, antes del sorteo, sostiene el décimo entre las manos y repite una frase breve: “Que venga lo bueno”, “Que llegue la suerte”, “Que sea para bien”. Es un ritual íntimo, casi meditativo.

8. El décimo viajero

Algunas personas envían una foto del décimo a un amigo o familiar que vive lejos. Dicen que así “viaja la suerte” y se multiplica. No hace falta que la otra persona juegue: basta con que lo vea y lo desee.

9. El perfume de la suerte

Hay quien rocía el décimo con una gota de su perfume favorito o con una colonia que asocian a buenos momentos. No se trata de empaparlo, claro, sino de darle un toque simbólico, como si el aroma pudiera atraer fortuna.

10. El ritual del silencio

Este es uno de los más curiosos: algunas personas guardan el décimo en un lugar especial y no hablan de él con nadie hasta que pasa el sorteo. Creen que verbalizar la ilusión “espanta” la suerte. Es un ritual de discreción absoluta.


Más que un sorteo: un símbolo de ilusión colectiva

Bolas del bombo de la loteria

La Lotería de Navidad es una tradición que nos recuerda algo sencillo pero poderoso: que la ilusión compartida une. Que, durante unos días, todos soñamos con la misma posibilidad. Que un número puede convertirse en conversación, en anécdota, en esperanza.

Y aunque la suerte no llegue, el ritual ya ha cumplido su función: nos ha hecho sentir parte de algo más grande, más festivo y más humano.

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