Castillo de Alconétar: Fortaleza templaria sumergida en el Tajo – Cáceres

Fortaleza templaria sumergida bajo el Tajo
El Castillo de Alconétar, también conocido como Castillo de Floripes o Castillo de Rocafrida, se encuentra en el término municipal de Garrovillas de Alconétar, en la provincia de Cáceres, comunidad de Extremadura. Su ubicación original dominaba el cruce entre los ríos Tajo y Almonte, en un punto estratégico para el control de los caminos y puentes que conectaban el norte y el sur de la península.
Hoy, el castillo se encuentra sumergido bajo las aguas del embalse de Alcántara, construido en 1969. Solo en épocas de sequía extrema emerge la Torre de Floripes, su torre del homenaje, que se alza solitaria entre las aguas, como un eco de piedra del pasado templario.

Un castillo templario con historia y leyenda
El origen del castillo se remonta a una fortificación romana construida para proteger el paso del Tajo. Posteriormente fue ampliado por los musulmanes, y finalmente conquistado por Fernando II de León en 1166. En agradecimiento por su apoyo en las campañas de reconquista, el castillo fue cedido a la Orden del Temple, convirtiéndose en cabeza de encomienda templaria en la región.
Los templarios resistieron en Alconétar hasta mediados del siglo XIII, protegiendo a los habitantes de los ataques musulmanes. Sin embargo, las rivalidades con otras órdenes militares, como la de Alcántara, y los conflictos con el obispado de Coria y la villa de Cáceres, provocaron su abandono en 1258. A partir de entonces, el castillo pasó por manos nobiliarias y cayó en ruina progresiva.
Un castillo bajo el agua
La construcción del embalse de Alcántara inundó gran parte del antiguo poblado romano, el puente metálico diseñado por Eiffel, y el propio castillo. Solo el puente romano, trasladado piedra a piedra, y la Torre de Floripes sobreviven como testigos visibles. Cuando el nivel del agua baja, se puede observar parte de la cerca almenada y los restos de muralla.
Cultura popular y leyendas
El Castillo de Alconétar ha inspirado romances medievales, leyendas como la de Floripes y Fierabrás, y ha sido mencionado indirectamente por Cervantes en El Quijote. Su historia mezcla hechos reales con mitos caballerescos, convirtiéndolo en uno de los castillos más misteriosos de Extremadura
Conociendo Alconétar – Cáceres, Extremadura
Historia sumergida entre ríos, piedra y leyenda

Alconétar es hoy un despoblado histórico situado en el término municipal de Garrovillas de Alconétar, en la provincia de Cáceres, Extremadura. Su nombre proviene del árabe al-Qanṭara, que significa “el puente”, y hace referencia al Puente Romano de Alconétar, construido sobre la antigua Vía de la Plata para unir Mérida con Astorga.
Este enclave, ubicado en la confluencia de los ríos Tajo y Almonte, fue durante siglos un punto estratégico militar y comercial, primero para los romanos, luego para los musulmanes, y finalmente para los cristianos. En la Edad Media, se convirtió en posición avanzada de la Reconquista, y en el siglo XII fue cedido a la Orden del Temple, que lo convirtió en cabeza de encomienda en la región.
Hoy, gran parte de Alconétar yace bajo las aguas del embalse de Alcántara, incluyendo el Castillo de Floripes, también conocido como Castillo de Rocafrida. Solo en épocas de sequía extrema emerge la Torre de Floripes, como un testigo solitario de su pasado templario.
Garrovillas de Alconétar – Cáceres, Extremadura
Heredera de Alconétar, entre historia viva y leyenda encantada

Garrovillas de Alconétar es una villa extremeña situada en la comarca del Tajo-Salor, a orillas del embalse de Alcántara, en la provincia de Cáceres. Su origen está directamente ligado a la desaparición de la antigua población de Alconétar, destruida en el siglo XIII durante las luchas entre cristianos y musulmanes. Los habitantes se trasladaron a una aldea cercana llamada Garro, que con el tiempo se convirtió en Garrovillas, heredando el fuero, el territorio y el legado templario de Alconétar.
Patrimonio monumental
Garrovillas conserva uno de los mejores cascos antiguos de Extremadura, gracias al escaso impacto de la modernización urbana. Entre sus joyas destacan:
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Plaza Mayor: una de las doce plazas mayores históricas de España, con más de 65 arcos y 103 ventanales, construida en el siglo XV con influencias góticas y mudéjares.
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Iglesia de Santa María de la Consolación: alberga el órgano más antiguo de la Península Ibérica y el tercero de Europa, datado en 1578.
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Iglesia de San Pedro Apóstol: templo fortaleza gótico con retablo renacentista.
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Convento de Nuestra Señora de la Salud: habitado por monjas jerónimas, famosas por sus dulces artesanales.
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Palacio de los Condes de Alba de Liste: hoy convertido en hospedería, vinculado a la nobleza que sucedió a los templarios.
Huellas templarias
Garrovillas fue cabeza de encomienda templaria, de la que dependían los llamados “Cuatro Lugares”: Talaván, Hinojal, Santiago del Campo y Monroy. Aunque el castillo original quedó sumergido, la Casa de los Templarios, un antiguo cuartel, sigue en pie como testimonio de aquella época.
Leyendas y misterios

Convento de San Antonio de Padua. Fundado en 1476 por Enrique Enríquez de Mendoza, primer conde de Alba de Liste, y su esposa María de Guzmán
Entre sirenas, demonios, pasadizos y tesoros escondidos
Garrovillas de Alconétar no solo conserva uno de los cascos históricos más bellos de Extremadura: también está envuelta en un halo de leyenda que convierte cada rincón en un escenario de misterio. Aquí, las piedras hablan, los espíritus se asoman y los mitos sobreviven al paso del tiempo.
La sirena del embalse
Cuenta la leyenda que una joven del pueblo, enamorada de un hombre que su madre no aprobaba, fue maldecida por ella y condenada a vivir bajo el agua, transformada en pez. Desde entonces, en noches de luna llena, emerge del fondo del embalse de Alcántara convertida en sirena: con cabeza humana, cuerpo de escamas y cola de pez.
Seduce a los pescadores con su canto y belleza, y los arrastra al fondo. Cuando aparece el cuerpo de un hombre flotando en el embalse, los lugareños dicen que ha sido víctima de la maldita ninfa.
El “culo del diablo” en la iglesia de San Pedro
Durante la construcción de la iglesia de San Pedro, el diablo quiso husmear lo que ocurría dentro y se asomó por una ventana. Dios, que todo lo ve, cerró los muros de golpe, atrapando al demonio entre las piedras. Desde entonces, sus piernas, glúteos y cola quedaron fuera del templo, mientras su cabeza con cuernos quedó oculta tras el retablo.
Aunque el párroco asegura que se trata de una figura de San Marcos, el pueblo sigue llamándolo “el culo del diablo” y lo señala al pasar.

El monaguillo muerto
Un joven monaguillo, querido por todo el pueblo, murió al caer desde el campanario de la iglesia de Santa María de la Consolación mientras tocaba las campanas con fervor. En su honor, se esculpió una figura en la fachada de una casa cercana, donde cayó. El relieve muestra a un muchacho con los brazos alzados y rostro angustiado, como intentando aferrarse al cielo.
Pasadizos secretos
Se dice que bajo el Palacio de los Condes de Alba de Liste, hoy hospedería, existen pasadizos que conectan con la iglesia de San Pedro y el convento de San Francisco. Según la tradición, fueron usados por frailes, nobles y… duendes. Algunos vecinos aseguran haber sentido presencias en los rincones más silenciosos del palacio.
La Peña del Bolsicu
A las afueras del pueblo, en el Camino de Rehana, se alza una roca de granito de forma curiosa, parecida a un bolsillo. La leyenda dice que un judío escondió allí un tesoro en monedas de oro. Pero hay una condición: solo se puede alcanzar si se sube gateando. Si se intenta de otra forma, el tesoro se hunde en las entrañas de la piedra.
Además, la peña era usada como piedra propiciatoria: si al lanzar una piedra esta quedaba en la cima sin caer, traía buena suerte.

Fachada Principal del Convento San Antonio de Padua
Descubrir Alconétar y Garrovillas de Alconétar
Historia sumergida, leyendas vivas y patrimonio encantado
Ven a descubrir uno de los rincones más sorprendentes de Extremadura: el entorno de Alconétar, donde la historia templaria se hunde bajo las aguas del embalse, y el pueblo de Garrovillas de Alconétar, que conserva con orgullo el legado medieval, el misterio de sus leyendas y la belleza de su arquitectura.
Recorre la Plaza Mayor porticada, una de las más bellas de España. Escucha las historias del monaguillo muerto, la sirena del embalse y los pasadizos secretos que conectan conventos y palacios. Visita el órgano más antiguo de la Península, degusta los dulces de las monjas jerónimas y contempla la Torre de Floripes cuando el agua lo permite.
Aquí, cada piedra tiene algo que contar. Y cada visitante se lleva algo más que fotos: se lleva una historia.

Castillo de Alconétar:
Fortaleza templaria sumergida en el Tajo – Cáceres
Oficina de Turismo de Garrovillas de Alconétar
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Dirección: Avenida Donantes de Sangre, 4, 10940 Garrovillas de Alconétar, Cáceres
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Teléfono: +34 629 22 39 58
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Horario:
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Lunes: cerrado
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Martes a viernes: 8:00–14:15
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Sábados y domingos: 9:00–14:00
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Accesible para sillas de ruedas
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Adecuado para niños