Castillo de Cornatel: fortaleza templaria en El Bierzo, León

Castillo de Cornatel: fortaleza templaria entre riscos y leyendas
En lo alto de un promontorio rocoso, donde el viento del Bierzo acaricia las piedras milenarias y el arroyo de Rioferreiros serpentea por un barranco de más de 180 metros de desnivel, se alza el Castillo de Cornatel, una joya medieval que parece suspendida entre el cielo y la historia.
Situado en Villavieja, pedanía del municipio de Priaranza del Bierzo, en la provincia de León, este castillo domina el paisaje con una presencia imponente. Su ubicación no fue elegida al azar: desde sus murallas se controlaba el acceso al Valle del Sil y se protegían las cercanas explotaciones auríferas de Las Médulas, uno de los tesoros más codiciados del Imperio Romano.
La fortaleza, que muchos identifican con el antiguo Castelo de Ulver, fue durante siglos un bastión estratégico. Cortado al este y al norte por barrancos infranqueables, y protegido al sur y al oeste por murallas almenadas, Cornatel ofrecía una defensa natural casi perfecta. No es de extrañar que los Templarios lo hicieran suyo en el siglo XIII, convirtiéndolo en uno de sus enclaves más importantes en el norte peninsular.
Hoy, Cornatel no solo guarda secretos de cruzadas y condes, sino que ofrece al visitante una experiencia única: caminar por sus ruinas restauradas, contemplar el horizonte berciano y sentir que, por un instante, el tiempo se detiene.

La huella templaria en Cornatel
La historia del Castillo de Cornatel está profundamente ligada a los misterios y el legado de la Orden del Temple, aquella enigmática milicia cristiana que marcó la Edad Media con su poder, sus secretos y su abrupta desaparición.
Aunque sus orígenes se remontan al Castelo de Ulver, mencionado en fuentes medievales desde el siglo XI, fue en el año 1228 cuando los templarios tomaron oficialmente posesión de la fortaleza, según consta en el Cartulario de San Pedro de Montes:
“Tenente Ulver Freyres del Templo”.
Su ubicación estratégica, dominando el Valle del Sil y vigilando las antiguas minas de oro romanas de Las Médulas, convertía a Cornatel en un enclave perfecto para los templarios. Desde sus murallas, podían controlar rutas comerciales, proteger sus intereses y custodiar secretos que aún hoy despiertan la imaginación.
Los templarios permanecieron en Cornatel hasta 1312, año en que la orden fue disuelta por mandato papal. Tras su marcha, el castillo pasó por manos nobles, entre ellas la del influyente Álvar Núñez Osorio, y más tarde la del Conde de Lemos, quien lo reconstruyó tras la Revuelta Irmandiña y lo convirtió en su última morada.
Hoy, al recorrer sus pasillos y contemplar sus almenas, uno no puede evitar preguntarse qué historias quedaron grabadas en sus piedras. ¿Acaso aún resuenan los ecos de los caballeros templarios que lo habitaron? Cornatel guarda silencio, pero su presencia habla por sí sola
Arquitectura y rehabilitación del Castillo de Cornatel
Piedra templaria entre riscos y restauración con alma

El Castillo de Cornatel se adapta como un guante a la cresta rocosa sobre la que se asienta, en un entorno tan abrupto como espectacular. Su arquitectura responde a la lógica defensiva medieval: una única muralla almenada, recorrida por un paseo de ronda, con accesos mediante escaleras de pizarra que se funden con la roca viva. Al sur, se levanta la cerca muralla de gran altura, donde se construyó la torre del homenaje de planta cuadrada, símbolo del poder señorial.
En sus lienzos norte y oeste, el castillo se apoya sobre un basamento de lajas de pizarra y cal, perfectamente integrado en la topografía. Esta solución permitía aprovechar la roca como defensa natural, haciendo de Cornatel una fortaleza casi inexpugnable.
Tras la Revuelta Irmandiña del siglo XV, gran parte del castillo fue destruido. El Conde de Lemos lo reconstruyó y lo adaptó como residencia privada, retirándose allí hasta su muerte. Desde entonces, el castillo cayó en abandono, hasta que en el siglo XXI comenzó su recuperación.

Rehabilitación y puesta en valor
La Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, junto con el Ayuntamiento de Priaranza del Bierzo y la Diputación Provincial, impulsó una ambiciosa restauración que incluyó:
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Excavación arqueológica para documentar estructuras desconocidas, como una torre medieval que sobrevivió a la revuelta
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Limpieza y desbroce del recinto amurallado, con aplicación de herbicidas para proteger la piedra
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Recalces puntuales en muros y fábricas, respetando la línea de rasante original
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Refuerzo estructural con grúa de 50 metros, dada la dificultad de acceso al terreno
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Supervisión arqueológica constante, para preservar el valor histórico de cada intervención
La inversión superó los 1,2 millones de euros, y permitió que Cornatel volviera a abrir sus puertas al público, no como ruina olvidada, sino como fortaleza viva, lista para contar su historia.
Recorrido por el interior del Castillo de Cornatel
Entre muros templarios y ecos del Conde de Lemos

Entrar en el Castillo de Cornatel es como cruzar un umbral hacia otra época. El acceso principal se realiza bordeando el cuerpo más occidental, en un estrecho sendero entre los muros y el precipicio que se abre a los pies del castillo. La sensación de vértigo se mezcla con la emoción de estar pisando piedra cargada de siglos.
Una vez dentro, el visitante se encuentra con un recinto parcialmente restaurado, donde se han habilitado zonas para exposiciones y actividades culturales. Destacan:
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Sala de interpretación, donde se explican las fases constructivas del castillo y su evolución histórica
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Exposición de armas medievales, cedidas por la asociación Caballeros de Ulver, que recrean el ambiente bélico de la época templaria
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Miradores naturales, desde los que se domina el Valle del Sil y se comprende la lógica defensiva del emplazamiento
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Restos de estancias nobles, como la torre del homenaje y zonas residenciales reconstruidas tras la Revuelta Irmandiña
El recorrido está salpicado de paneles informativos, pasarelas de madera y zonas de descanso, que permiten al visitante disfrutar del entorno sin perder el hilo histórico. En verano, el castillo acoge representaciones teatrales, visitas nocturnas y talleres medievales, que lo convierten en un espacio vivo y participativo.
Leyendas y curiosidades del Castillo de Cornatel
Tesoros ocultos, espadas fantasmales y pasiones que estremecen muros

El Castillo de Cornatel no solo guarda historia entre sus muros, sino también misterios que se resisten al paso del tiempo. Su origen templario ha alimentado durante siglos relatos que mezclan realidad y fantasía, convirtiéndolo en uno de los enclaves más enigmáticos del Bierzo.
La espada de la luna llena Cuenta la leyenda que bajo una roca conocida como Pedra do Home, aparece una espada templaria la primera noche de luna llena del verano. Quienes la han visto aseguran que brilla con luz propia y señala la entrada a un pasadizo secreto que conecta el castillo con la Cueva de la Mora, a 14 kilómetros de distancia.
El tesoro escondido Se dice que los templarios ocultaron un tesoro en los muros del castillo, justo antes de su disolución. Algunos creen que está enterrado en el macizo rocoso que sostiene la fortaleza, y que solo puede encontrarse si se sigue el rastro de símbolos grabados en la piedra.
La bruja del Lago Carucedo Una historia más trágica habla de un templario que, tras cometer un crimen, fue asesinado por el prometido de su víctima. Años después, el asesino, convertido en monje, volvió a la zona y se reencontró con su antigua amada, ahora convertida en bruja. Su abrazo provocó una tormenta tan intensa que inundó el valle, dando origen al Lago Carucedo.
Cornatel en la literatura El castillo también aparece en El Señor de Bembibre, novela romántica de Enrique Gil y Carrasco, donde se desarrollan acontecimientos trágicos que refuerzan su aura de melancolía y leyenda.
Fiestas medievales en el Castillo de Cornatel
Cuando el Bierzo se viste de templario

Un fin de semana donde el pasado se viste de fiesta
Al llegar a Villavieja, el pequeño núcleo que acoge el Castillo de Cornatel, el ambiente cambia. Las calles se llenan de estandartes, pendones y escudos, y el aire huele a pan de hogaza, cuero curtido y vino del Bierzo. Es la Villa de Cornatelo, una recreación medieval que transforma el pueblo en un enclave templario por unos días.
El recorrido
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Comienzas en el mercado medieval, donde artesanos ofrecen joyas, armas, ungüentos y dulces tradicionales. Los puestos están decorados con telas rústicas y símbolos templarios.
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Te cruzas con juglares y bufones, que animan a los niños con cuentos y acrobacias.
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En la plaza, los Caballeros de Ulver preparan una exhibición de combate: espadas chocan, escudos resisten, y el público aplaude como si estuviera en pleno siglo XIII.
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Subes al castillo por el sendero rocoso, donde te espera una visita teatralizada: personajes históricos te guían por las estancias mientras narran leyendas y secretos.
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Al caer la noche, el castillo se ilumina con antorchas y fuego, y comienza el espectáculo: música celta, danza tribal y una historia contada con luz y sombra sobre los muros del castillo.
Para terminar
En las tabernas improvisadas, puedes probar hidromiel, empanadas bercianas y queso curado, mientras escuchas historias de templarios, brujas y tesoros escondidos. La fiesta no es solo una celebración: es una inmersión en el alma medieval del Bierzo, donde cada piedra parece susurrar un secreto.

El Castillo de Cornatel no es solo una fortaleza medieval: es un símbolo de identidad, un escenario de leyendas y un punto de encuentro para quienes aman la historia, la naturaleza y la cultura popular.
Cada año, la Fiesta del Castillo de Cornatel transforma este rincón berciano en un viaje al pasado, donde templarios, trovadores y aldeanos reviven la memoria de un tiempo épico. Pero incluso fuera de la fiesta, el castillo y su entorno ofrecen una experiencia única: paseos entre riscos, vistas al Valle del Sil, y el susurro de siglos que aún resuena entre sus muros.
Te invitamos a descubrirlo. Ven a Cornatel. Déjate sorprender por su magia. Y si puedes, vive su fiesta: porque hay lugares que no solo se visitan… Se sienten.

Castillo de Cornatel:,
Fortaleza templaria en El Bierzo, León
Castillo de Cornatel
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Ubicación: Villavieja (Priaranza del Bierzo), León
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Teléfonos: 987 420 806 / 606 898
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Correos: castillodecornatel@gmail.com / aytopriaranza@gmail.com
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Web oficial del municipio: www.priaranza.ccbierzo.net
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Horarios:
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Verano (1 abril – 29 octubre): Miércoles a domingo, 10:00–14:00 y 16:00–20:00
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Invierno (30 octubre – 31 marzo): Miércoles a domingo, 11:00–18:00
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Cerrado lunes y martes
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Para más información turística general, también puedes acudir a la Oficina de Turismo de Ponferrada, situada en la Calle Gil y Carrasco