Castillo de Monzón – Huesca, Aragón

Vista General del Castillo de Monzón, Huesca Aragón

Situación geográfica y estratégica

El Castillo de Monzón se encuentra en la localidad homónima, en la provincia de Huesca, dentro de la comunidad autónoma de Aragón. Está situado sobre una colina que domina el valle del río Cinca, en una posición elevada que le otorga control visual y militar sobre el entorno.

Esta ubicación fue clave durante siglos:

  • Control de rutas comerciales y militares entre el Pirineo y el valle del Ebro

  • Paso natural entre Cataluña y Aragón, lo que lo convirtió en punto estratégico en conflictos fronterizos

  • Difícil acceso y excelente visibilidad, lo que lo hacía casi inexpugnable en época medieval

Desde su origen árabe en el siglo X, el castillo fue codiciado por su posición dominante. Tras ser conquistado por Sancho Ramírez en 1089, pasó a manos cristianas y en 1143 fue cedido a la Orden del Temple, que lo convirtió en sede de la principal encomienda templaria de la Corona de Aragón.

Su ubicación permitió a los templarios controlar el territorio, proteger rutas y ejercer influencia política. No es casual que aquí se educara el joven Jaime I el Conquistador, bajo la tutela de los monjes-guerreros


Rampa de subida al castillo Templario de Monzón

Historia templaria del Castillo de Monzón

En el año 1143, el rey Ramiro II de Aragón cedió el Castillo de Monzón a la Orden del Temple, en un momento en que las fronteras entre cristianos y musulmanes eran inestables y cambiantes. La cesión no fue casual: Monzón ocupaba una posición estratégica clave, y los templarios eran los más capacitados para defender, repoblar y consolidar el territorio.

La fortaleza se transformó en una encomienda templaria, la más importante de la Corona de Aragón. Los monjes-guerreros adaptaron el castillo a sus necesidades: construyeron una sala capitular, caballerizas, refectorio, dormitorios, y una iglesia dedicada a San Nicolás, siguiendo el estilo austero y funcional del cister.

Pero el episodio más célebre fue la educación del joven Jaime I, futuro rey de Aragón, quien fue confiado a los templarios tras la muerte de su padre, Pedro II. El niño vivió en el castillo bajo la tutela de los caballeros, que le enseñaron no solo a luchar, sino a gobernar. Esta etapa marcó profundamente su carácter y su visión política.

Durante más de 150 años, el castillo fue bastión templario, hasta que en 1307 comenzó la persecución de la orden. En 1309, el castillo fue asediado por las tropas de Jaime II, que exigía la disolución del Temple. Los templarios resistieron durante meses, convirtiendo Monzón en uno de los últimos refugios militares de la orden en España.

Tras su caída, el castillo pasó por manos hospitalarias, reales y militares, pero la huella templaria quedó impresa en sus muros, en su trazado y en su leyenda.

Sala Capitular castillo Templario Monzón

Arquitectura templaria del Castillo de Monzón

Un complejo funcional y espiritual

Cuando la Orden del Temple recibió el castillo en 1143, lo transformó en una encomienda militar y religiosa. Los templarios no buscaban ostentación, sino eficacia defensiva y espiritual. Por eso, el conjunto arquitectónico se organizó en torno a cinco estructuras clave:

  • La capilla de San Nicolás: de estilo románico, era el centro espiritual del recinto. Su austeridad refleja la influencia cisterciense, con arcos de medio punto y una nave única.

  • La sala capitular: lugar de reunión y toma de decisiones. Aquí se debatían asuntos militares, económicos y religiosos.

  • La torre del homenaje: núcleo defensivo y símbolo de poder. Desde ella se controlaba todo el recinto y se refugiaban en caso de asedio.

  • El pabellón de las dependencias: dormitorios, refectorio y caballerizas, organizados con funcionalidad monástica.

  • La torre de Jaime I: donde vivió el joven rey durante su formación. Aunque modificada posteriormente, conserva trazas templarias.

Tuneles y Galerias del castillo Templario de Monzón

Túneles y galerías ocultas

Uno de los elementos más fascinantes son las galerías subterráneas, utilizadas como rutas de escape y almacenamiento. Durante el asedio de 1308, los últimos templarios resistieron siete meses gracias a estos pasadizos.

Materiales y estilo

  • Piedra sillar y ladrillo: materiales típicos de la arquitectura militar templaria.

  • Estilo románico con influencias islámicas: el castillo conserva una torre musulmana original, integrada en el conjunto templario.

  • Murallas reforzadas: adaptadas a la evolución de la guerra, con elementos artilleros añadidos en siglos posteriores.

Evolución posterior

Aunque el castillo fue modificado por los hospitalarios y más tarde por fuerzas reales, su trazado templario se conserva en gran parte. En el siglo XVIII se añadieron defensas artilleras, y en el siglo XX fue restaurado profundamente. Hoy alberga un centro de interpretación dedicado al Temple, donde se explica la vida de los monjes-guerreros, su simbología y su legado.


Teatralización de la visita al castillo templario de Monzón

Leyendas y curiosidades del Castillo de Monzón

La cueva de las brujas

A las afueras del castillo, en el Cerro de Santa Criteria, se encuentra una cueva que, según la tradición local, fue refugio de brujas y hechiceras. Se dice que durante las noches de luna llena, se escuchaban cánticos y lamentos que el viento arrastraba hasta las murallas del castillo.

La espada del Saso

Una de las leyendas más célebres cuenta que un ermitaño se cruzó con el joven Jaime I durante un paseo por los alrededores. El sabio le reveló que si bañaba su espada en la fuente del Saso, su brazo sería invencible. Esta historia inspiró incluso a Vicente Blasco Ibáñez, que la recogió en su relato La espada del templario.

Túneles con trampas templarias

Durante el asedio de 1308, los últimos templarios resistieron siete meses gracias a una red de pasadizos secretos. Algunos de estos túneles estaban protegidos con trampas ocultas, diseñadas para eliminar intrusos. Se dice que aún hoy, algunos accesos están sellados por seguridad.

Piedra del Templo de Salomón

En la capilla de San Nicolás, se conserva un receptáculo con una piedra que, según la tradición, proviene del mismísimo Templo de Salomón en Jerusalén. Este objeto habría sido traído por los templarios como símbolo de su misión sagrada.

El fantasma de Fray Bartolomé

Según los habitantes de Monzón, por las noches aún se escucha el lamento de Fray Bartolomé, el último comendador templario del castillo. Su espíritu vaga por los pasillos, especialmente en primavera, cuando se dice que grita al caer la noche.


cristo redentor del castillo de Monzón

Cristo del Castillo de Monzón

Un símbolo espiritual sobre la fortaleza templaria

La escultura que se ve en lo alto del Castillo de Monzón es una figura de Cristo con los brazos abiertos, colocada sobre una de las plataformas superiores del recinto. Aunque no forma parte de la arquitectura original templaria, se ha convertido en un símbolo espiritual y visual del castillo.

¿Qué representa?

  • La figura recuerda al Cristo Redentor de Río de Janeiro, por su pose abierta y su ubicación elevada.

  • Fue instalada como símbolo de protección y fe, reforzando el carácter religioso del lugar.

  • Su presencia sobre el castillo evoca la idea de Cristo como guardián del legado templario, una imagen poderosa que conecta con la historia de los Pobres Caballeros de Cristo.

¿Cuál es su origen?

Aunque no hay una fecha exacta documentada en los registros públicos, se sabe que la escultura fue colocada durante las restauraciones del siglo XX, cuando el castillo fue rehabilitado y convertido en espacio cultural. Su instalación responde a una intención de reivindicar el pasado espiritual del recinto, especialmente vinculado a la Orden del Temple.

Impacto visual

  • Desde la ciudad de Monzón, la figura se distingue claramente sobre las murallas, creando una imagen icónica que muchos confunden con una figura original templaria.

  • En fotografías aéreas o vistas desde el valle del Cinca, el Cristo parece vigilar el horizonte, como si bendijera el territorio que una vez defendieron los templarios.


escultura en monzón de Jaime I protegido por los  Caballeros Templarios

Jaime I y los templarios: una relación forjada en piedra y fe

La historia del Castillo de Monzón no puede entenderse sin hablar de Jaime I el Conquistador, uno de los monarcas más importantes de la Corona de Aragón. Su vínculo con la Orden del Temple fue profundo, duradero y decisivo en su formación como rey y en sus campañas militares.

Un niño en manos de caballeros

Tras la muerte de su padre, Pedro II, en la Batalla de Muret (1213), Jaime I quedó huérfano con apenas cinco años. Fue tomado como rehén por Simón de Montfort, y liberado gracias a la intervención papal. El Papa Inocencio III decidió confiar su educación a los templarios, quienes lo acogieron en el Castillo de Monzón, bajo la tutela del Gran Maestre Guillermo de Montrodón.

Durante su estancia en Monzón, los templarios no solo le enseñaron a montar, luchar y gobernar, sino que también le inculcaron valores como la disciplina, la fe y el sentido de justicia. Esta etapa marcó profundamente su carácter y su visión política.

Compañeros de armas y aliados estratégicos

A lo largo de su reinado, Jaime I mantuvo una relación estrecha con la Orden del Temple:

  • Les agradeció públicamente su apoyo en la conquista de Valencia en 1238.

  • Les cedió castillos y tierras como Xivert, Burriana y alquerías en la zona levantina.

  • Los templarios fueron consejeros, diplomáticos y guerreros en sus campañas de expansión.

Aunque en ocasiones sus intereses chocaron con los de otras órdenes militares, como los hospitalarios, Jaime I siempre reconoció el papel clave de los templarios en la consolidación de su reino.

Un legado compartido

El vínculo entre Jaime I y los templarios convirtió al Castillo de Monzón en símbolo de formación, poder y espiritualidad. Hoy, su figura se recuerda no solo como rey conquistador, sino como el niño que fue educado por monjes guerreros, en una fortaleza que aún guarda el eco de sus pasos.


Monzón: corazón templario en Aragón

Concatedral de Santa María del Romeral

Ubicación y entorno

Monzón es una ciudad situada en la provincia de Huesca, dentro de la comunidad autónoma de Aragón, y es la capital de la comarca del Cinca Medio. Se extiende a lo largo de 155 km² y cuenta con más de 18.000 habitantes, lo que la convierte en la segunda ciudad más poblada de la provincia.

Está enclavada entre los ríos Cinca y Sosa, en una zona fértil y estratégica que ha sido habitada desde el Neolítico. Su paisaje combina cerros suaves, campos de cultivo y una colina dominante donde se alza el imponente Castillo de Monzón, símbolo indiscutible de la ciudad.

Historia milenaria

Monzón ha sido testigo de múltiples civilizaciones:

  • Íberos ilergetes, luego romanizados en el siglo II a.C.

  • Musulmanes, que fortificaron la colina y la convirtieron en bastión defensivo.

  • Cristianos, que reconquistaron la ciudad en 1089 bajo Sancho Ramírez.

En 1143, el castillo fue cedido a la Orden del Temple, convirtiéndose en la principal encomienda templaria de la Corona de Aragón. Aquí se educó el joven Jaime I el Conquistador, lo que marcó profundamente la historia local.

Durante siglos, Monzón fue sede de Cortes de Aragón, centro político y militar, y refugio en conflictos como las guerras carlistas y la Guerra de Sucesión.

interior de Concatedral de Santa María del Romeral

Cultura y patrimonio

Monzón conserva un rico legado cultural:

  • Concatedral de Santa María del Romeral (imagen): templo románico-gótico donde se celebraron sesiones de las Cortes.

  • Casa natal de Joaquín Costa: pensador regeneracionista aragonés, hoy convertida en museo.

  • Casco antiguo: con edificios como la Casa Pano, el Palacio de los Luzán y la Casa de Zazurca.

  • Centro de Interpretación del río Cinca “La Pinzana”: espacio natural y educativo junto al río.

Además, Monzón celebra eventos culturales como la Feria del Libro Aragonés, fiestas patronales de San Mateo, y una vibrante agenda musical y teatral.

Naturaleza y deporte

Los alrededores ofrecen rutas senderistas y cicloturistas, como la que recorre la ermita de la Virgen de la Alegría o los sotos del Cinca. También destaca su tradición atlética y el Belén navideño más grande de Aragón.


Homenaje Templario de Monzón

Homenaje templario en Monzón

Una fiesta que revive el alma medieval de Aragón

Cada año, durante el último fin de semana de mayo, la ciudad de Monzón se transforma en un escenario del siglo XIII para celebrar el Homenaje Templario a Jaime I y Guillem de Mont-rodón, una recreación histórica que conmemora la estancia del joven rey en el castillo bajo la tutela de la Orden del Temple entre 1214 y 1217.

Origen y significado

La fiesta nació en 2001 como una iniciativa local para recuperar el pasado templario de Monzón. Desde entonces, ha crecido hasta convertirse en una de las celebraciones más importantes de Aragón. En 2025, fue reconocida oficialmente como Fiesta de Interés Turístico Nacional, un título que solo poseen unas 160 fiestas en toda España.

El homenaje honra a dos figuras clave:

  • Jaime I el Conquistador, educado por los templarios en el Castillo de Monzón.

  • Guillem de Mont-rodón, maestre templario y mentor del joven rey.

Actividades destacadas

Durante tres días, Monzón retrocede al siglo XIII con más de 70 actividades que incluyen:

  • Desfiles templarios con antorchas

  • Escenas teatrales históricas sobre la llegada del rey y su formación

  • Mercado medieval con más de 75 puestos de artesanía y gastronomía

  • Campamento de recreación histórica con jaimas, combates y talleres

  • Visitas teatralizadas al castillo y la catedral

  • Danzas medievales, música en vivo y catas maridadas

  • Torneo medieval a caballo y pasacalles por toda la ciudad

Novedades recientes

  • Tren Templario desde Zaragoza, que traslada a más de 200 visitantes directamente al evento

  • Autobús temático que promociona la fiesta en Huesca, Zaragoza y Cataluña

  • Himno a Mont-rodón, compuesto especialmente para la ocasión, interpretado por músicos locales

Reconocimiento y participación

Más de 600 personas participan directamente en la organización, incluyendo 34 colectivos locales y recreadores de toda España. El evento tiene un fuerte impacto en la economía local y en el turismo cultural, consolidándose como un referente nacional


vistas del castillo y el cerro de monzón

Ven a descubrir Monzón: historia viva entre murallas

Monzón no es solo un castillo templario. Es una ciudad que guarda siglos de historia entre sus calles, sus monumentos y su paisaje. Desde la colina donde se alza la fortaleza hasta el casco antiguo lleno de rincones con alma, cada paso en Monzón es un viaje al pasado.

Visita el Castillo de Monzón, donde se educó Jaime I el Conquistador. Recorre la Concatedral de Santa María del Romeral, pasea por el casco histórico, explora los sotos del Cinca o descubre la casa natal de Joaquín Costa.

Y si vienes en mayo, vivirás el Homenaje Templario, una fiesta que transforma la ciudad en un escenario medieval lleno de vida.

Monzón te espera todo el año. Con historia, cultura, naturaleza y hospitalidad. Ven a descubrirla. Hazla tuya.

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Tu puerta de entrada al legado templario

Oficina de Turismo de Monzón 

Ubicación: Castillo de Monzón, 22400 Huesca

Teléfono: 974 41 77 91

Email: turismo@monzon.es

 Horario: Abierta todo el año (consulta horarios según temporada)

¿Qué encontrarás?

  • Mapas y rutas históricas
  • Visitas guiadas al castillo y casco antiguo
  • Recomendaciones gastronómicas y culturales
  •  Información sobre eventos como el Homenaje Templario