Las Hurdes, tierra con alma: naturaleza brava, pueblos con leyenda y sabor de montaña

Publicado el 21 de julio de 2025, 13:46
Las Hurdes, tierra con alma: naturaleza brava, pueblos con leyenda y sabor de montaña

En el extremo norte de Extremadura, donde las montañas se alzan como murallas naturales y los ríos dibujan meandros imposibles, se esconde una tierra que durante siglos fue leyenda… y también silencio. Las Hurdes fueron descritas como inhóspitas, pobres y aisladas. Hoy, sin embargo, se revelan como un lugar vivo, magnético y profundamente auténtico.

Esta comarca es mucho más que un destino rural. Es un viaje al pasado, a través de alquerías de pizarra, rutas que atraviesan bosques cerrados, cascadas que brotan sin previo aviso y sabores que nacen del esfuerzo y la tradición. Aquí, las fiestas se celebran con máscaras ancestrales, las estrellas se ven sin filtros y el pan se acompaña de miel recolectada a mano.

Las Hurdes no quieren ser redimidas: quieren ser descubiertas. Y cuando lo haces, no te olvidas. Bienvenido a una tierra con alma.

Las Hurdes fueron descritas como inhóspitas, pobres y aisladas.

Para entender realmente Las Hurdes, hay que asomarse a su historia con mirada limpia y sin prejuicios. Durante mucho tiempo, esta tierra recóndita fue sinónimo de aislamiento, pobreza y superstición. No porque sus gentes lo merecieran, sino porque el mundo que la rodeaba se empeñó en dibujarla con tintas oscuras.

A principios del siglo XX, el nombre de Las Hurdes comenzó a circular entre intelectuales y gobernantes que se sorprendían de que existiera un lugar en España tan apartado y con condiciones de vida tan duras. En 1922, el mismísimo rey Alfonso XIII se desplazó hasta allí, en una visita que se volvió famosa por las imágenes del monarca recorriendo los caminos pedregosos a lomos de una mula. Su rostro, serio y contenido, parecía el de alguien que descubría una España desconocida.

La estampa más polémica llegó unos años después, cuando Luis Buñuel rodó el documental Las Hurdes, tierra sin pan. Lo hizo con intención de denunciar la miseria y el abandono, pero usó escenas dramatizadas que marcaron a la comarca de forma injusta. Aquellas imágenes de cabras cayendo por acantilados o niños con bocio se clavaron en la retina de muchos durante décadas, alimentando una leyenda negra que tardó en diluirse.

Pero mientras todo eso ocurría afuera, Las Hurdes seguían latiendo por dentro. Con esfuerzo, dignidad y una conexión profunda con el paisaje. Las alquerías se aferraban a las laderas, las casas de pizarra resistían las lluvias y los hurdanos mantenían tradiciones ancestrales que no necesitaban la mirada del mundo para existir.

Hoy, esa historia se ha transformado. Las Hurdes ya no quieren ser recordadas por lo que les faltaba, sino por todo lo que tienen: una naturaleza ferozmente bella, una arquitectura que dialoga con el paisaje, una cultura fuerte y una forma de vivir que emociona. Mirar al pasado es necesario para comprender el presente, pero también para admirar el camino recorrido. Las Hurdes lo han hecho, paso a paso, por sendas que no siempre aparecían en los mapas. Ahora, quieren compartirlas.


El Gasco: entre meteoritos, cascadas y arquitectura negra

El Gasco: entre meteoritos, cascadas y arquitectura negra

Enclavado entre montañas y abrazado por el río Malvellido, El Gasco es una alquería que parece detenida en el tiempo. Sus casas de pizarra, tejados de laja y callejuelas empedradas conservan la esencia más pura de Las Hurdes. Pero lo que hace único a este pueblo no es solo su estética, sino su historia geológica y cultural.

Durante años, se creyó que en sus afueras había un volcán extinguido. Los lugareños lo llamaban simplemente “El Volcán”. Pero estudios recientes revelaron que no era volcán alguno, sino el resultado del impacto de un meteorito hace más de un millón de años. Las rocas fundidas que se encuentran en el cráter han sido utilizadas tradicionalmente para fabricar objetos artesanales, como pipas. Hoy, este lugar está declarado Lugar de Interés Científico, y se puede visitar a través de una ruta que parte del pueblo.

Desde el centro de El Gasco, parte también el sendero hacia el Chorro de la Meancera, una cascada de más de 100 metros de altura que se precipita entre escalones rocosos y vegetación autóctona. El camino es sencillo, bien señalizado y bordea el río, ofreciendo vistas espectaculares. En época de lluvias, el salto de agua se convierte en un espectáculo natural que deja sin palabras.

Además, El Gasco alberga el Centro de Interpretación de la Casa Hurdana, donde se ha recreado una vivienda típica con sus estancias, utensilios y materiales originales. Es una forma de entender cómo se vivía en estas tierras antes de que el turismo llegara.

La vida aquí sigue su propio ritmo. En primavera, llegan autobuses de visitantes que aparcan junto a la portilla del pueblo. En verano, las piscinas naturales se llenan de bañistas, y los bares como La Meancera o el Bodegón ofrecen platos locales y conversación con sabor a montaña.

El Gasco no es solo un lugar que se visita: es un lugar que se siente. Y cuando uno se marcha, lo hace con la sensación de haber estado en un rincón del mundo donde la tierra, el agua y el cielo aún conversan entre ellos.


Riomalo de Abajo: donde el río dibuja leyendas

Riomalo de Abajo: donde el río dibuja leyendas

A orillas del río Ladrillar, en el extremo norte de Cáceres, se encuentra Riomalo de Abajo, una alquería que parece haber sido esculpida por el tiempo y la paciencia. Con apenas medio centenar de habitantes, este rincón de Las Hurdes guarda una historia que se remonta al menos al año 1188, cuando aparece citado en un documento de donación real del rey Alfonso IX. Desde entonces, ha sido testigo silencioso de siglos de vida rural, de emigraciones, de fiestas con tamborileros y de la lenta transformación de la comarca.

El pueblo se extiende en cuesta, con casas de piedra y tejados de pizarra que se aferran a la ladera como si no quisieran irse nunca. En su plaza principal se alza la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, patrona de la alquería, que cada agosto protagoniza una procesión acompañada por tamborileros tradicionales, coplas antiguas y una verbena que reúne a vecinos, emigrantes y curiosos.

Pero si hay algo que ha puesto a Riomalo en el mapa es el Meandro del Melero, una curva perfecta del río Alagón que se contempla desde el Mirador de La Antigua. El paisaje es tan espectacular que cuesta creer que uno sigue en Extremadura. El acceso se hace por una pista forestal o por la Verea de los Pescadores, una ruta sencilla que bordea el río y regala vistas inolvidables.

La naturaleza aquí no es decorado, es protagonista. Nutrias, gatos monteses, tejones y aves rapaces como el águila real o el milano negro sobrevuelan los valles. La vegetación es exuberante: brezos, jaras, madroños, castaños y lirios amarillos pintan el paisaje según la estación.

Y si el cuerpo pide descanso, la piscina natural de Riomalo es una joya escondida. Formada por el cauce del río Ladrillar, ofrece aguas limpias, sombra de alisos y una tranquilidad que solo se rompe con el chapoteo de los niños en verano.

Riomalo de Abajo no tiene grandes monumentos ni plazas bulliciosas. Lo que tiene es alma, y eso se nota en cada piedra, en cada curva del río, en cada conversación con sus vecinos. Es el tipo de lugar que no se visita, se descubre.


Casares de Las Hurdes: el balcón de la comarca

Casares de Las Hurdes: el balcón de la comarca

En lo alto del valle del río Hurdano, como si vigilara el paisaje desde una atalaya natural, se encuentra Casares de Las Hurdes, uno de los pueblos más singulares y evocadores de la comarca. Su apodo, el balcón de Las Hurdes, no es casual: desde sus miradores se contempla un mar de montañas, bosques y alquerías que parecen salpicadas por la mano de un pintor paciente.

Pero Casares no es solo paisaje. Su historia se remonta a tiempos prehistóricos, como demuestran los petroglifos de La Sepultura de la Mora en La Huetre y La Mano de Niño en Casarrubia. Durante siglos fue conocido como Los Casares, y hasta el siglo XIX pertenecía al municipio de Nuñomoral bajo el nombre de Dehesa de Jurde. En 1916, por decreto del conde de Romanones, pasó a llamarse oficialmente Casares de Las Hurdes.

La arquitectura tradicional aquí no se exhibe, se integra. Las casas de piedra y barro, con tejados de lanchas de pizarra, parecen nacidas de la tierra misma. Muchas se construyeron sin argamasa, piedra sobre piedra, aprovechando la roca como parte de la estructura. Los tejados curvos, las ventanas pequeñas y los paredones para salvar desniveles son testimonio de una adaptación sabia al entorno. Como dijo Unamuno: “Si en todas partes del mundo el hombre es hijo de la tierra, en Las Hurdes, la tierra es hija de los hombres.”

Casares está formado por seis núcleos: Casarrubia, Carabusino, Las Heras, La Huetre, Robledo y el propio Casares. Cada uno tiene su carácter, sus fiestas, sus leyendas. En Carabusino, por ejemplo, se cantó al rey Alfonso XIII un romance popular sobre un vecino injustamente encarcelado, durante su visita en 1922. En La Huetre, aún se celebra la Alborá de la novia, una canción tradicional que se entona la noche antes de la boda, acompañada por tamborileros y aguardiente.

La Iglesia del Santísimo Sacramento, construida en el siglo XVIII, destaca por su campanario exento, hecho con pizarra y argamasa, siguiendo la arquitectura hurdana. Y si el visitante quiere entender cómo se regaba la tierra en estas montañas, puede descubrir el sistema de regadíos comunales de Robledo, una red de caños y pozos que distribuye el agua según el turno y la parcela de cada vecino. Un legado posiblemente heredado de la época musulmana.

Casares también es gastronomía: migas, sopas canas, ensalada de limón, cabrito en caldereta, patatas espiparradas, morcillas de calabaza, moje de peces… y sobre todo, miel, que aquí se recolecta con mimo y se sirve con orgullo.

Visitar Casares de Las Hurdes es como abrir un libro escrito en piedra, agua y memoria. Un lugar donde cada calle cuenta una historia, cada fiesta guarda una canción, y cada mirada al horizonte te recuerda que estás en una tierra que ha aprendido a florecer desde la raíz.


Ovejuela: cascadas, conventos y memoria hurdana

Ovejuela: cascadas, conventos y memoria hurdana

En el corazón de Las Hurdes, escondida entre montañas y bosques de robles, se encuentra Ovejuela, una alquería que parece susurrar historias al viajero que se atreve a escuchar. Con apenas 70 habitantes y una arquitectura de pizarra que se funde con el paisaje, este rincón de la comarca es mucho más que un destino rural: es una experiencia íntima con la naturaleza, la historia y la espiritualidad.

Ya en documentos del siglo XI aparece mencionada como Oveiola, y su historia está profundamente ligada al Convento de los Ángeles, fundado por franciscanos en el siglo XIII. Las ruinas del convento, aún visibles entre la vegetación, conservan un aura mística. Se dice que San Francisco de Asís durmió allí una noche, y que el lugar fue elegido por su energía especial. Junto al convento, el Puente de los Machos, construido sin argamasa, sigue en pie como testimonio de la sabiduría constructiva de los antiguos hurdanos2.

Pero si hay algo que convierte a Ovejuela en parada obligada, es el Chorrituelo, una cascada de más de 50 metros que se precipita entre rocas y helechos. La ruta hasta ella comienza en la plaza del pueblo y serpentea por senderos empedrados, cruzando puentes y miradores naturales. En época de lluvias, el salto de agua ruge con fuerza, formando una poza cristalina que invita al baño y al asombro.

Durante el verano, la piscina natural de Ovejuela se convierte en punto de encuentro para vecinos y visitantes. Rodeada de alisos y sauces, ofrece un respiro fresco en los días calurosos. Y si el cuerpo pide alimento, bares como Mesón Joselo o Bar Julia sirven platos típicos con sabor a montaña: migas, patatas meneás, cabrito al horno y, por supuesto, la famosa miel hurdana, recolectada en terrazas naturales.

Las fiestas patronales, en honor a la Virgen de los Ángeles, se celebran cada 1, 2 y 3 de agosto. Son días de música, procesiones, juegos populares y reencuentros. La comunidad se vuelca en mantener viva su tradición, y el visitante es siempre bienvenido.

Ovejuela no necesita grandes monumentos ni campañas turísticas. Su fuerza está en lo pequeño, en lo auténtico, en lo que permanece.


Rutas naturales en Las Hurdes: senderos que cuentan historias


Ruta de los Miradores de Casares: balcones al infinito

Ruta de los Miradores de Casares: balcones al infinito

Ficha técnica

  • Inicio y fin: Plaza Lindón, Casares de Las Hurdes.

  • Distancia: Aproximadamente 12 km.

  • Duración: Entre 3 y 4 horas, según ritmo y paradas.

  • Dificultad: Media. Hay tramos con desnivel y zonas técnicas en el descenso a la cascada.

  • Modalidad: Solo a pie. No es apta para vehículos.

  • Época recomendada: Primavera y otoño, por el caudal de la cascada y la floración.

Recorrido circular que parte desde la Plaza Lindón en Casares y atraviesa algunos de los miradores naturales más impresionantes de Las Hurdes. Durante unas 3 a 4 horas de caminata, se visitan puntos clave como el Mirador de las Estrellas, el Mirador de la Pregonera y la Cascada del Ceño, cruzando arroyos, puentes de madera y tramos empedrados entre bosques y alquerías.

La ruta no es apta para coches y presenta una dificultad media, con zonas técnicas en el descenso a la cascada. Ideal para hacer a pie, en primavera u otoño, cuando el entorno muestra su mejor cara.

Un itinerario para descubrir Las Hurdes desde las alturas y caminar entre agua, piedra y silencio.


Ruta del Chorreón del Tajo (también conocida como Salto del Alavea)

Ruta del Chorreón del Tajo (también conocida como Salto del Alavea)

Una de las joyas naturales menos conocidas de Las Hurdes, esta ruta te lleva hasta una espectacular cascada en el término municipal de Caminomorisco, muy cerca de Pinofranqueado. El recorrido atraviesa pistas forestales, miradores y paisajes de pizarra que definen la esencia hurdana.

Ficha técnica

  • Inicio: Caminomorisco (carretera EX-204, dirección Mesegal)

  • Tipo de ruta: Circular

  • Distancia: 13,7 km

  • Duración: 3,5 a 4 horas

  • Dificultad: Moderada (desnivel positivo de 963 m)

  • Modalidad: A pie, bicicleta o coche (por pista forestal)

  • Acceso al mirador: por senda o pista forestal señalizada

Ruta circular que parte desde Caminomorisco y asciende por pista forestal hasta el Mirador del Chorreón del Tajo, también llamado Salto del Alavea. El camino puede hacerse a pie, en bici o en coche, y atraviesa paisajes de pizarra, estanques naturales y bosques de brezos y madroños. Desde el mirador se contempla una caída de agua espectacular, especialmente en primavera. La ruta tiene una dificultad moderada y dura unas 4 horas. Ideal para quienes buscan naturaleza salvaje sin aglomeraciones.


Ruta del Chorro de la Meancera (El Gasco)

Ruta del Chorro de la Meancera (El Gasco)

Una de las rutas más emblemáticas de Las Hurdes, perfecta para disfrutar de una caminata corta y muy visual. Parte desde el pueblo de El Gasco y sigue el curso del río Malvellido hasta llegar a una impresionante cascada de 110 metros, encajada entre paredes de pizarra negra.

Ficha técnica

  • Inicio: Plaza principal de El Gasco

  • Tipo de ruta: Lineal (ida y vuelta por el mismo camino)

  • Distancia: 2,6 km (total)

  • Duración: 1,5 a 2 horas

  • Dificultad: Baja

  • Modalidad: Solo a pie

  • Época recomendada: De otoño a primavera (mayor caudal)

Ruta sencilla y muy popular que parte desde El Gasco y conduce al Chorro de la Meancera, una cascada de 110 metros rodeada de vegetación y silencio. El sendero está bien señalizado, con tramos empedrados y pasarelas de madera. Ideal para hacer a pie, incluso con niños o perros. Se recomienda en época de lluvias, cuando el salto de agua luce en todo su esplendor. Una caminata corta, accesible y absolutamente inolvidable.


Ruta de la Verea de los Pescadores al Meandro del Melero

Ruta de la Verea de los Pescadores al Meandro del Melero

Una de las rutas más icónicas de Las Hurdes, ideal para disfrutar de un paisaje fluvial único. Parte desde Riomalo de Abajo y bordea el río Alagón hasta alcanzar el famoso Meandro del Melero, una curva perfecta que parece dibujada a mano. El recorrido combina pista forestal, senderos entre jaras y miradores naturales.

Ficha técnica

  • Inicio: Riomalo de Abajo (Cáceres)

  • Tipo de ruta: Circular

  • Distancia: 6,6 a 7,5 km (según variante)

  • Duración: 2 a 2,5 horas

  • Dificultad: Fácil

  • Modalidad: A pie (no apta para coche)

  • Época recomendada: Primavera y otoño

Ruta circular desde Riomalo de Abajo que conduce al espectacular Meandro del Melero por la Verea de los Pescadores, un sendero que bordea el río entre vegetación autóctona y miradores naturales. El camino es fácil y bien señalizado, con tramos acondicionados con barandillas de madera. Ideal para hacer a pie, incluso con niños, y disfrutar de la berrea en otoño o las jaras en flor en primavera. Una caminata corta, accesible y absolutamente fotogénica.


Ruta del Camino de Alfonso XIII

Ruta del Camino de Alfonso XIII

Una de las rutas más históricas y completas de Las Hurdes, que sigue los pasos del rey Alfonso XIII durante su visita en 1922. Recorre pueblos, miradores, valles y sendas que muestran la transformación de la comarca desde su aislamiento hasta su renacimiento rural.

Ficha técnica

  • Inicio: Casares de Las Hurdes

  • Final: Las Mestas

  • Tipo de ruta: Lineal (solo ida)

  • Distancia: 22 km

  • Duración: 7 h 30 min aprox.

  • Dificultad: Media-alta

  • Desnivel acumulado: +1015 m / –1185 m

  • Modalidad: Solo a pie

  • Época recomendada: Primavera y otoño

  • Puntos de agua: En alquerías y fuentes del recorrido

Ruta lineal que parte de Casares de Las Hurdes y finaliza en Las Mestas, atravesando alquerías como Carabusino, Riomalo de Arriba, Ladrillar y Cabezo. El recorrido sigue sendas entre pinares, cruza arroyos y asciende al Pico de las Carrascas, con vistas espectaculares del valle hurdano. Es una ruta exigente, con tramos empedrados y desniveles pronunciados, pero muy bien señalizada y cargada de historia. Ideal para senderistas con buen fondo físico que quieran revivir el viaje real y descubrir la esencia profunda de Las Hurdes.


Leyendas de Las Hurdes: entre lo mágico y lo misterioso

paisaje de las hurdes de casas cubiertas de musgo en estado ruinoso la utilizo para portada de leyendas de las urdes

Las Hurdes no solo son tierra de montañas y cascadas: también son territorio de leyendas que han viajado de boca en boca durante generaciones. Su aislamiento geográfico y su profunda conexión con la naturaleza han dado lugar a un imaginario popular lleno de seres mágicos, apariciones, luces extrañas y personajes que aún hoy se susurran en los seranos junto al fuego.

Aquí tienes una selección de leyendas que podrías integrar en tu guía para dar ese toque mágico y ancestral:

La Dama de Ladrillo

En noches de luna llena, los vecinos de Ladrillar aseguran ver a una mujer vestida de blanco que recorre silenciosa las calles del pueblo. Se cree que es el espíritu de una noble que murió en circunstancias trágicas. No causa miedo, sino protección: muchos afirman que vela por los habitantes del lugar.

El Alma del Tío Pío

En Nuñomoral, se cuenta que el alma de un hombre generoso llamado Pío aparece como una luz brillante en las noches oscuras, guiando a los viajeros perdidos. Una leyenda que habla de bondad más allá de la muerte.

El Hombre Lobo Hurdano

Antiguos relatos aseguran que un hombre lobo recorría los montes al anochecer, sembrando el terror entre los pastores. Algunos decían que era castigo por romper pactos con la naturaleza. Hoy, su historia se cuenta como advertencia y fascinación.

Los Duendes Hurdanos

Pequeños seres que habitaban las montañas y protegían —o castigaban— a quienes se adentraban en la comarca con malas intenciones. Se decía que movían objetos, escondían herramientas o guiaban a los niños perdidos.

La Peña de La Buitrera

Lugar de culto ancestral donde, según los vecinos, se han visto luces extrañas y se realizaban rituales paganos. Algunos creen que aún conserva una energía especial.


Mapa Temático: Las Hurdes Mágicas

Introducción al Mapa Temático de Leyendas y Misterios

Este mapa no marca solo lugares, sino huellas invisibles: rutas donde lo real y lo imaginario se cruzan en cada curva del camino. Las Hurdes, tierra de silencio y piedra, han sido durante siglos escenario de historias contadas junto al fuego, entre el susurro de los chopos y la bruma de los barrancos.

Aquí se dibuja una geografía distinta: una comarca habitada por damas que protegen aldeas, almas que guían en la oscuridad, duendes burlones, luces sin origen y cascadas que esconden secretos. Cada icono en este mapa señala más que un destino: señala una posibilidad de asombro.

Ideal para quienes quieren explorar el lado invisible de Las Hurdes, esta ruta invita al viajero a mirar con otros ojos, a caminar con calma y a dejar que la magia, tal vez, se manifieste.

Puedes recorrerla de día, para sentir la atmósfera y la arquitectura; o al atardecer, cuando las leyendas cobran fuerza y todo parece posible.

📍 Lugar 🕯️ Leyenda / Misterio 🔎 Qué se puede ver
Martilandrán La roca mágica del volcán y cascada encantada Chorro de la Miacera, cráter
Ladrillar La Dama Blanca que protege el pueblo Calles de piedra, miradores
Nuñomoral El alma luminosa del Tío Pío Plaza, fuentes, seranos
Cambroncino Los duendes hurdanos traviesos Montes, caminos silenciosos
Rubiaco Apariciones de los Descabezados Cañadas, antiguas casas
Ovejuela Convento de los Ángeles, entorno cargado de energía Ruinas, puente medieval
Casar de Palomero Peña de La Buitrera y luces extrañas Enclave rocoso, miradores
Vegas de Coria El Ensotanao (desvanecimiento temporal) Caminos entre alquerías

Gastronomía hurdana: sabores con alma

plato de balrro con patatas revolconas, torreznos y guindillas verdes

La cocina de Las Hurdes es tan auténtica como su paisaje. Nacida de la necesidad, la tierra y la creatividad, la gastronomía hurdana transforma ingredientes humildes en platos llenos de carácter. Aquí no hay artificios: hay fuego lento, recetas heredadas y sabores que cuentan historias.

Platos típicos que no pueden faltar

  • Caldereta de cabrito: guiso tradicional cocinado con carne tierna, pimientos, vino blanco y hierbas aromáticas como romero y laurel. Es el plato estrella en celebraciones y reuniones familiares.

  • Migas hurdanas: pan desmenuzado frito con ajo, pimentón y torreznos o chorizo. Plato de pastores, contundente y sabroso.

  • Limón hurdano: ensalada refrescante con limón, naranja, huevo, chorizo, ajo y vino tinto. Un contraste cítrico y potente que sorprende.

  • Patatas meneás: puré de patatas revuelto con pimentón de La Vera, ajo y grasa de torreznos. Plato humilde, lleno de sabor.

  • Moje de peces: pescado de río a la brasa, servido sobre pan con picadillo de pimientos, ajo y vinagre.

  • Matajambres: dulce energético hecho con harina, leche, miel y canela. Se sirve en desayunos o meriendas, especialmente en otoño.

Productos locales con identidad

  • Miel de Las Hurdes: reconocida por su pureza y sabor floral. Se usa en postres, infusiones y como medicina natural.

  • Aceite de oliva virgen extra: obtenido de variedades autóctonas, con sabor intenso y afrutado.

  • Quesos artesanales: elaborados con leche de cabra y oveja, curados en cuevas o frescos, según la tradición.

Experiencias gastronómicas

Muchos restaurantes y casas rurales ofrecen talleres culinarios y degustaciones donde se puede aprender a preparar migas, calderetas o postres con miel. Son momentos para compartir, saborear y conectar con la cultura local.

ALGUNAS RECOMENDACIONES

🍽️ Restaurante 📍 Localidad / Alquería 🥘 Especialidades tradicionales
Restaurante La Meancera El Gasco Cabrito lechal, ensalada de limón hurdano, embutidos locales
Restaurante El Puente Pinofranqueado Cabrito a la brasa, ensalada de limón, monte hurdano
Restaurante El Abuelo Caminomorisco Cabrito al polen, sopa de tomate, matajambres
Restaurante Riomalo Riomalo de Abajo Pimientos a la miel con queso de cabra, carnes a la brasa
La Posada del Casar Casar de Palomero Chuletón, quesos de cabra, crema extremeña
Mesón El Bodegón El Gasco Patatas meneás, trucha con jamón, cabrito a la piedra
Taberna El Bailaero Aceitunilla Embutidos caseros, peces de río al ajillo, ambiente auténtico

Fiestas y Tradiciones

cartel del carnaval jurdano de marzo

Las Hurdes celebran con alma. Sus fiestas no son solo eventos: son rituales comunitarios que mezclan devoción, folclore, gastronomía y memoria. Cada pueblo y alquería tiene su patrón, su música, sus costumbres, y muchas de ellas se mantienen vivas gracias al empeño de sus vecinos.

🎊 Fiesta 📍 Localidad / Alquería 🗓️ Cuándo se celebra 🎶 Qué la hace especial
La Enramá Pinofranqueado Primer domingo de agosto Adornos florales, emparejamientos simbólicos, danzas y tamborileros
Carnaval Hurdano Alquería rotativa Febrero Personajes míticos, crítica social, humor rural y potaje comunitario
Fiesta del Cristo de la Agonía Las Mestas (Ladrillar) Finales de agosto Procesiones, música tradicional y reencuentro de emigrantes
Romería de Ntra. Sra. de Las Hurdes Avellanar (Pinofranqueado) Primer domingo de mayo Misa al aire libre, comida campestre y cantos populares
Feria de la Miel Caminomorisco Octubre Catas, talleres, venta de miel artesanal y productos locales
San Ramón Nonato Casar de Palomero Finales de agosto Verbenas, eventos religiosos y mercado medieval
Fiesta del Cristo de la Salud Pinofranqueado 14 de septiembre Procesión desde la ermita, misa y verbenas nocturnas
Boda hurdana Tradición comarcal Variable Cortejo con cachiporra, cantos, convite y baile vigilado

Alojamientos Recomendados

Hotel Rural Los Angeles en Las Hurdes

El Hotel Rural Los Angeles en Las Hurdes es un establecimiento rústico situado en Las Vegas de Coria y ofrece aire acondicionado y conexión Wi-Fi gratuita en las zonas comunes. Cuenta con un restaurante y habitaciones con TV por cable.

Hotel Rural Cristania

Hotel Rural Cristania está en Caminomorisco y cuenta con vistas a la ciudad, salón de uso común, terraza y bar. Se ofrece wifi gratis en todo el alojamiento.

Alojamiento Turístico La alegría de la huerta

La casa o chalet ofrece terraza, vistas a la montaña, zona de estar, TV de pantalla plana, cocina totalmente equipada con nevera y microondas, y baño privado con ducha y artículos de aseo gratuitos. También hay fogones, tostadora y cafetera.

Otros Alojamientos Recomendados

Alojamiento 🏡 Localidad / Alquería 📍 Estilo / Destacado 🌿
Las Casitas del Bodegón El Gasco Apartamentos con cocina, entorno natural y vistas al valle
Alojamientos Hurdes Altas Casares de Las Hurdes Con terraza, barbacoa y acceso directo a senderos
Hospedería Hurdes Reales Las Mestas Hotel histórico con spa, restaurante y arquitectura hurdana
Casa Rural El Corralino Caminomorisco Casa equipada con vistas a la montaña y ambiente tranquilo
Akassa Bioclimáticos Pinofranqueado Alojamientos sostenibles, diseño moderno en plena naturaleza
La Cabachuela Casares de Las Hurdes Casa rural con jardín privado y vistas al río Hurdano

La mayoría de estos alojamientos están cerca de rutas naturales, miradores y alquerías con encanto. Además, muchos ofrecen productos locales, desayunos caseros y trato familiar.


Consejos Prácticos para visitar las Hurdes

Las Hurdes son una comarca de belleza salvaje, pero también de accesos sinuosos y clima cambiante. Para que tu visita sea tan mágica como cómoda, aquí tienes una serie de recomendaciones útiles:

Transporte y desplazamientos

  • En coche: es la mejor opción. Las carreteras están asfaltadas pero son estrechas y con muchas curvas. Conduce con calma y disfruta del paisaje.

  • GPS y mapas: lleva mapas offline o usa apps como Maps.me. . Algunas zonas tienen poca cobertura.

  • Combina coche y senderismo: muchas rutas naturales requieren dejar el coche y caminar. Lleva calzado adecuado.

Mejor época para visitar

  • Primavera (abril-junio): montañas en flor, cascadas con agua y clima suave.

  • Otoño (septiembre-noviembre): colores ocres, menos turistas y ambiente tranquilo.

  • Verano: ideal para disfrutar de piscinas naturales, aunque algunas cascadas tienen menos caudal.

  • Invierno: paisajes sobrecogedores, pero frío intenso y menos horas de luz.

Qué llevar

  • Ropa cómoda y de abrigo (incluso en verano por las noches).

  • Calzado de montaña o trekking.

  • Cantimplora, protector solar y gorra.

  • Linterna o frontal si haces rutas al atardecer.

  • Cámara o móvil con buena batería: ¡querrás capturarlo todo!

Naturaleza y respeto

  • No dejes basura ni alteres el entorno.

  • Respeta la señalización de rutas y propiedades privadas.

  • Si ves animales, observa sin molestar.

  • En época de lluvias, extrema precauciones en senderos y cauces.

Cultura local

  • Habla con los vecinos: son acogedores y te contarán historias que no salen en los mapas.

  • Compra productos locales: miel, queso, embutidos, artesanía.

  • Participa en fiestas si coincides con alguna: son auténticas y llenas de tradición.

Alojamientos

  • Reserva con antelación, sobre todo en puentes y verano.

  • Las casas rurales y alojamientos bioclimáticos ofrecen experiencias únicas.

Las Hurdes no se visitan, se descubren. Y con estos consejos, lo harás con los ojos abiertos y el corazón preparado.


Visitar Las Hurdes es algo más que ver paisajes bonitos o probar platos tradicionales. Es sumergirse en una comarca con carácter, donde la historia, la cultura y la naturaleza conviven en equilibrio. Aquí cada ruta tiene fondo, cada fiesta cuenta algo, y cada alquería guarda un pedazo de memoria.

Con esta guía llevas contigo lo esencial: lugares que merecen el paseo, sabores que valen el bocado y leyendas que enriquecen la experiencia. Las Hurdes se recorren despacio, sin prisas, dejando espacio para que el entorno te hable.

Porque si hay algo claro, es que quien visita Las Hurdes no solo vuelve con fotos, sino con una sensación difícil de explicar. Y eso, al final, es lo que hace que valga la pena.

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