La Encamisá de Torrejoncillo: Tradición Viva, Caballos, Fervor y Misterio Bajo las Estrellas

Publicado el 25 de septiembre de 2025, 7:06
La Encamisá , Torrejoncillo - Cáceres

La Encamisá, noche de fervor y misterio en Torrejoncillo

Cada 7 de diciembre, cuando cae la noche sobre Torrejoncillo (Cáceres), las calles se transforman en un escenario de fuego, devoción y memoria colectiva. La Encamisá, también conocida como “la carrera”, es mucho más que una fiesta.

Es un ritual ancestral que mezcla historia bélica, fervor mariano y una estética única de jinetes encamisados, escopeteros y estandartes bordados que iluminan la oscuridad con salvas y vivas a la Virgen.

Aunque su origen exacto se pierde entre leyendas y teorías —desde acciones militares encamisadas hasta cultos prerromanos a la diosa Ataecina— lo cierto es que esta celebración ha resistido el paso del tiempo como símbolo de identidad torrejoncillana. El estandarte de la Inmaculada Concepción, escoltado por caballos envueltos en sábanas bordadas, recorre el pueblo entre explosiones de pólvora, cánticos populares y una atmósfera que mezcla lo sagrado con lo festivo.

La Encamisá está reconocida como Fiesta de Interés Turístico Regional, y actualmente se encuentra en proceso de tramitación para obtener el reconocimiento nacional, respaldada por iniciativas como la grabación de un documental y la creación de asociaciones que velan por su preservación

La Encamisá , Torrejoncillo - Cáceres

Orígenes de la Encamisá: entre la historia, la leyenda y el fervor

El origen de la Encamisá de Torrejoncillo se pierde entre la niebla de los siglos y las brasas de la memoria popular. No existe una versión única ni documentada, pero sí múltiples teorías que entrelazan hechos bélicos, símbolos religiosos y rituales ancestrales.

  • Teoría bélica: Muchos vinculan la fiesta a una acción encamisada —una estratagema militar nocturna en la que los soldados se cubrían con camisas blancas para distinguirse del enemigo—. Esta táctica se habría usado durante el asedio de Coria en 1465 o en la guerra de Flandes en 1585, donde se relata que un soldado encontró una imagen de la Virgen al cavar una trinchera, lo que inspiró una victoria milagrosa.

  • La leyenda de Pavía: Otra versión sitúa el origen en la batalla de Pavía (1525), donde el capitán Alfonso de Ávalos, presuntamente torrejoncillano, habría camuflado a sus hombres con sábanas blancas para vencer en la nieve. A su regreso, la hazaña se habría convertido en celebración ritual, con creciente fervor mariano hacia la Inmaculada Concepción.

  • Raíces prerromanas: Algunos estudiosos, como Domínguez Moreno, sugieren un origen aún más antiguo, vinculado a cultos a la diosa Ataecina, divinidad de la noche y la regeneración. El fuego, los ruidos estruendosos y la procesión nocturna tendrían un carácter purificador, heredado de rituales precristianos.

  • Cristianización del rito: Con el paso del tiempo, el componente bélico se habría transformado en religioso. El estandarte del capitán victorioso fue sustituido por el de la Virgen, y la fiesta se convirtió en una manifestación de fe popular, profundamente arraigada en la identidad torrejoncillana

La Encamisá , Torrejoncillo - Cáceres

Ritual actual: jinetes encamisados, pólvora y estandarte bajo la noche torrejoncillana

La Encamisá comienza al anochecer del 7 de diciembre, cuando el estandarte de la Inmaculada Concepción sale de la casa del mayordomo, acompañado por una comitiva de jinetes encamisados, escopeteros, músicos y vecinos que portan velas encendidas. El pueblo entero se convierte en un escenario ritual, donde lo colectivo y lo íntimo se entrelazan en cada calle.

  • Los jinetes encamisados: Son el alma visual de la fiesta. Montan a caballo envueltos en sábanas blancas bordadas con motivos marianos, florales o personales. No se identifican: su anonimato representa la humildad del ofrecimiento. Recorren el pueblo en silencio, escoltando el estandarte, mientras la pólvora estalla a su alrededor.

  • Los escopeteros: Disparan salvas de pólvora durante todo el recorrido, creando una atmósfera sonora única. El estruendo no es violencia, sino fervor: cada disparo es una ofrenda, un grito de fe, una forma de iluminar la noche. La pólvora impregna el aire, el suelo y la memoria colectiva.

  • El estandarte: Bordado con esmero, representa a la Virgen Inmaculada. Es llevado por el mayordomo, figura clave en la organización del evento. El estandarte no se detiene, no se gira, no se exhibe: avanza con solemnidad, como símbolo de la fe que guía al pueblo.

  • La procesión: No tiene un recorrido fijo, sino que se adapta a las calles y a la voluntad del mayordomo. Dura varias horas, y culmina con la entrada del estandarte en la iglesia, entre vítores, cánticos y lágrimas. Es una experiencia sensorial, emocional y profundamente identitaria.

📍 Localización Torrejoncillo, Cáceres (Extremadura)
📅 Fecha 7 de diciembre, cada año
🕯️ Horario Procesión nocturna: comienza al anochecer (~20:00 h)
🎉 Tipo de evento Fiesta popular, religiosa, patrimonial
🏇 Elementos clave Jinetes encamisados, estandarte de la Virgen, escopeteros, pólvora
🎖️ Reconocimiento Fiesta de Interés Turístico Regional
🧭 Acceso Entrada libre. Recomendable llegar con antelación
🚗 Cómo llegar En coche desde Cáceres (~40 min). Transporte público limitado
🍽️ Servicios Bares, restaurantes y alojamientos rurales en el entorno
📸 Recomendaciones Llevar ropa de abrigo, respetar el silencio de los jinetes, evitar flash
📞 Contacto local Ayuntamiento de Torrejoncillo / Asociación Paladines de la Encamisá

Visitar Torrejoncillo: entre sierras, memoria y pólvora festiva

Torrejoncillo, Cáceres

En el corazón del norte cacereño, entre las estribaciones de la Sierra de Gata y el valle del Alagón, se encuentra Torrejoncillo, un pueblo que respira historia, devoción y carácter. Situado a unos 40 km al norte de Cáceres capital, este enclave extremeño conserva una identidad vibrante, marcada por tradiciones centenarias como la Encamisá y una arquitectura popular que dialoga con el paisaje.

Torrejoncillo no es solo destino: es experiencia. Sus calles empedradas, sus casas encaladas y sus rincones silenciosos se transforman cada diciembre en un escenario ritual, donde la pólvora, los caballos y el fervor mariano convierten la noche en memoria viva. Pero más allá de la fiesta, el pueblo ofrece al viajero una inmersión en la Extremadura profunda, con rutas naturales, patrimonio religioso y una hospitalidad que se siente en cada conversación.


Iglesia de San Andrés Apóstol: corazón espiritual de Torrejoncillo

Iglesia de San Andrés Apóstol: corazón espiritual de Torrejoncillo

Historia y arquitectura

Construida entre 1550 y 1686, la Iglesia de San Andrés Apóstol es el principal templo parroquial de Torrejoncillo y uno de los referentes patrimoniales del norte cacereño. Su trazado original, obra del arquitecto Pedro de Ybarra, responde al modelo gótico de la diócesis de Coria y la Orden de Alcántara, aunque con el tiempo se incorporaron elementos renacentistas y barrocos.

El templo presenta una nave única de tres tramos, cabecera poligonal y bóvedas de crucería. La fachada principal, elevada sobre la Plaza Mayor, se complementa con espadañas, hornacinas y una torre del reloj añadida en el siglo XIX. En su interior destacan retablos barrocos, esculturas religiosas y una atmósfera solemne que acoge los momentos más intensos de la Encamisá.

Curiosidades

  • El estandarte de la Virgen Inmaculada, protagonista de la Encamisá, se guarda aquí durante todo el año.

  • La iglesia conserva una capilla cruciforme y una capilla bautismal añadidas en los siglos XIX y XX.

  • Su planta se inspira en tratados de arquitectura sacra del siglo XVII, como el Compendio de Architectura de Simón García.

Horarios de visita

  • Lunes a viernes: 10:00–13:00 h y 17:00–19:00 h

  • Sábados y festivos: 10:00–13:00 h

  • Durante la Encamisá (7 de diciembre), el acceso puede estar restringido por la procesión.

Precios

  • Entrada libre

  • Visitas guiadas bajo reserva previa (consultar con el Ayuntamiento o asociaciones locales)


Ermita de San Antonio: recogimiento entre olivares

Ermita de San Antonio, Torrejoncillo

Historia y entorno

La Ermita de San Antonio se alza en las afueras de Torrejoncillo, rodeada de campos de cultivo, olivares y caminos que invitan al paseo tranquilo. Su origen se remonta al siglo XVII, cuando los vecinos comenzaron a rendir culto al santo en este paraje apartado, buscando protección para cosechas, animales y salud. Aunque de arquitectura sencilla, su valor reside en el vínculo emocional que mantiene con la comunidad.

Construida en mampostería y encalada con sobriedad, la ermita conserva una pequeña espadaña, un altar dedicado a San Antonio y bancos de piedra donde los caminantes descansan. Es también punto de peregrinación local durante las rogativas y fiestas menores, y lugar de recogimiento para quienes buscan silencio y conexión con la tierra.

Curiosidades

  • La ermita es destino habitual de promesas personales, especialmente relacionadas con la salud y el trabajo.

  • En su entorno se celebran meriendas populares y encuentros vecinales durante la primavera.

  • El santo es conocido como “San Antonio chico” para diferenciarlo del patrón de junio, San Antonio de Padua.

Horarios de visita

  •  Acceso libre durante el día

  • No tiene horario litúrgico regular, pero se abre en fechas señaladas (consultar con el Ayuntamiento)

Precios

  • Entrada gratuita

  • Ideal para escapadas a pie o en bicicleta desde el centro del pueblo


Gastronomía torrejoncillana: sabor rural y tradición viva

Migas Extremeñas

La cocina de Torrejoncillo recoge lo mejor del Valle del Alagón: productos de la huerta, carnes de matanza, recetas humildes y dulces con memoria. Es una gastronomía sin artificios, pero con sabor auténtico.

Platos típicos

  • Migas extremeñas: contundentes, con ajo, panceta y pimentón de La Vera

  • Sopas de tomate: receta tradicional con pan, ajo y huevo escalfado

  • Escabeches de peces: especialmente barbos y bogas del Alagón

  • Productos de la matanza: chorizo, morcilla, pestorejo y patatera

  • Coquillos y roscas: dulces locales que se reparten en romerías y fiestas

Dónde comer en Torrejoncillo

  • Bar Restaurante Las Tinajas Cocina tradicional extremeña. Ambiente local, ideal para probar platos caseros en pleno centro del pueblo.

  • La Mazmorra Torrejoncillo Tapas y raciones en un entorno informal. Buena opción para grupos pequeños o picoteo rápido.

  • La Abadía Valdencín Cocina casera y menú del día. Situado en la pedanía de Valdencín, a pocos minutos de Torrejoncillo.

  • Hostal Restaurante Casa Piris (en Cadalso, a ~38 km) Cocina regional con opción de alojamiento. Recomendable si se busca pernocta cerca del entorno rural.


Si el viajero necesita pernoctar, lo más práctico es buscar alojamiento en Coria o Cáceres, donde hay más opciones. Torrejoncillo puede ofrecer algún hostal o casa rural, pero no hay infraestructura turística destacada.

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