Fiestas de la Virgen del Castillo en Yecla: pólvora, devoción y memoria viva en Murcia

Publicado el 27 de septiembre de 2025, 9:27
Fiestas de la Virgen del Castillo, Yecla - Murcia

Pólvora, fe y memoria en las alturas de Yecla

Del 5 al 15 de diciembre de 2025, Yecla (Murcia) se transforma en un escenario vibrante de pólvora, devoción y ritual colectivo con las Fiestas de la Virgen del Castillo, una celebración única que entrelaza historia militar, fervor religioso y tradición popular.

Declaradas de Interés Turístico Internacional, estas fiestas hunden sus raíces en el siglo XVII, cuando un grupo de soldados yeclanos regresó ileso de la Guerra de Cataluña y ascendió al santuario del castillo para agradecer su suerte disparando arcabuces en honor a la Virgen.

Hoy, más de 700 hombres vestidos con uniforme de época y sombrero de dos picos acompañan a la imagen en su bajada y subida ritual, entre salvas ensordecedoras y vítores emocionados. La ciudad entera se convierte en una milicia simbólica que no celebra la guerra, sino el regreso, la protección y la memoria viva.

Desarrollo de la Fiesta: Milicia ritual, pólvora y emoción colectiva

Fiestas de la Virgen del Castillo, Yecla - Murcia

5 de diciembre: Acto del Beneplácito

La ciudad se prepara. El alcalde, acompañado por la insignia de la Virgen, recorre las calles invitando oficialmente al pueblo a participar. Es el pistoletazo simbólico que abre la celebración. La música de la Banda de Yecla y los primeros disparos de arcabuz marcan el inicio.

6 de diciembre: Bajada de la Virgen

Desde el Santuario del Castillo, la imagen de la Virgen desciende escoltada por cientos de “tiraores” que disparan salvas en su honor. El estruendo es continuo, casi hipnótico. La Virgen recorre la ciudad entre vítores, flores y pólvora, hasta llegar a la Basílica de la Purísima.

7 de diciembre: Ofrenda floral y desfile de escuadras

Las escuadras de “tiraores” desfilan con solemnidad. Cada grupo representa una parte de la ciudad, con sus propios rituales y estética. La ofrenda floral a la Virgen es uno de los momentos más íntimos y visuales.

8 de diciembre: Día grande – Procesión y salvas

La Virgen recorre las calles en procesión solemne. Los arcabuces retumban sin cesar, creando una atmósfera única. El pueblo entero se vuelca en una celebración que mezcla lo religioso, lo militar y lo emocional. Es el día de la Inmaculada, y Yecla lo vive con intensidad

15 de diciembre: Subida de la Virgen al Castillo

La imagen regresa a su santuario. Es el cierre ritual, el retorno a las alturas. La subida es acompañada por disparos, cantos y una emoción contenida. El pueblo despide a su protectora hasta el próximo diciembre.

Fiestas de la Virgen del Castillo, Yecla - Murcia

Durante las Fiestas de la Virgen del Castillo, hay un momento que detiene el tiempo y concentra toda la emoción colectiva: el saludo del portador de la bandera. Este gesto, que ocurre tanto en la bajada como en la subida de la Virgen, es mucho más que una coreografía ritual. Es una entrega total, un acto de humildad y devoción que representa a todo un pueblo.

Cuando la imagen de la Virgen pasa frente al portador, él se arrodilla solemnemente y ondea la bandera con fuerza y precisión. No hay palabras, no hay discursos. Solo el sonido de la pólvora, el peso del estandarte y el silencio reverente que lo envuelve todo. Es el instante en que la devoción se convierte en gesto, y la bandera, en ofrenda visual.

Este papel no se asigna al azar. Cada año, la Asociación de Mayordomos elige al portador mediante votación interna, valorando el compromiso, la trayectoria y la disposición del candidato. Una vez elegido, comienza una preparación intensa: la bandera pesa más de veinte kilos y requiere técnica, resistencia y temple. El ondeo no es solo físico, es emocional. Cada movimiento cuenta, cada giro tiene significado.

Fiestas de la Virgen del Castillo, Yecla - Murcia

La pólvora en las Fiestas de la Virgen del Castillo no es solo un elemento sonoro o visual: es el lenguaje ritual que articula toda la celebración. Durante las procesiones —especialmente la bajada el 6 de diciembre, el día grande el 8, y la subida el 15— el estruendo de los arcabuces acompaña cada paso de la Virgen, marcando el ritmo emocional de la fiesta.

No se dispara al aire por espectáculo, sino como ofrenda simbólica. Cada salva es una muestra de gratitud, una plegaria sin palabras, una forma de decir “gracias por protegernos” desde lo más profundo de la tradición. Los “tiraores”, vestidos con uniforme de época, se alinean en escuadras perfectamente organizadas y disparan en sincronía, creando un muro sonoro que envuelve a la imagen y a los asistentes.

El olor a pólvora, el humo suspendido en el aire, el temblor en el suelo… todo contribuye a una atmósfera casi mística. Hay momentos en los que el ruido es tan intenso que parece detener el tiempo, y otros en los que el silencio entre salvas se vuelve casi sagrado. Es una experiencia sensorial total, que mezcla lo físico con lo espiritual.

Además, la pólvora tiene una función narrativa: recuerda el origen militar de la fiesta, cuando los soldados yeclanos regresaron ilesos de la guerra y subieron al santuario disparando en señal de agradecimiento. Desde entonces, el disparo se ha convertido en un gesto de paz, de memoria y de comunidad.

Fiestas de la Virgen del Castillo, Yecla - Murcia

La Virgen del Castillo de Yecla no fue encontrada en una cueva ni revelada por un milagro. Su historia es más terrenal, más cercana, y por eso mismo profundamente emotiva. Su devoción nace del agradecimiento, de la vuelta a casa sin bajas, de un gesto espontáneo que se convirtió en tradición.

Todo comenzó en 1642, cuando 61 soldados yeclanos regresaron ilesos de la Guerra de Cataluña. En lugar de celebrarlo con banquetes o medallas, decidieron subir al antiguo santuario que coronaba el cerro del castillo —un lugar que ya albergaba culto desde época mozárabe— y dar gracias ante un cuadro de la Virgen de la Encarnación. Lo hicieron disparando arcabuces, como si la pólvora pudiera hablar por ellos. Ese gesto, sencillo y poderoso, marcó el inicio de una devoción que aún hoy retumba en cada diciembre.

Con el tiempo, aquella imagen fue sustituida por una talla de la Inmaculada Concepción, traída por un franciscano en 1695. La Virgen pasó a ser conocida como “del Castillo”, no por su advocación, sino por el lugar que la acoge. Desde entonces, se convirtió en la patrona oficial de Yecla, y su santuario en el corazón espiritual de la ciudad.

Durante la Guerra Civil, la imagen original se perdió. Pero la devoción no se extinguió. En 1941, el escultor Miguel Torregrosa talló una nueva Virgen, que fue coronada canónicamente en 1954. Es la que hoy baja cada diciembre entre salvas de arcabuz, vítores y lágrimas contenidas.

La Virgen del Castillo no es una aparición ni un hallazgo legendario. Es una elección colectiva, una historia de protección, de memoria y de fe que se transmite de generación en generación. Y eso, quizás, la hace aún más poderosa.


Visitamos Yecla: entre viñedos, cerros y pólvora ritual

Mirador de Yecla

Situada en el extremo noreste de la Región de Murcia, Yecla se asienta entre sierras suaves y campos de viñedos, justo en la frontera natural con Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana. Es la última ciudad murciana antes de cruzar al Altiplano, y también una de las más singulares por su carácter fronterizo, su patrimonio vinícola y su arraigo festivo.

Desde la ciudad de Murcia, Yecla se encuentra a unos 90 kilómetros por carretera, lo que equivale a poco más de una hora de viaje. El trayecto atraviesa paisajes de transición, desde los huertos del Segura hasta los campos de almendros y viñas que anuncian la llegada al Altiplano.

Yecla no es solo destino de diciembre por sus fiestas: es tierra de vinos con Denominación de Origen, de arquitectura sobria y elegante, y de una comunidad que vive sus tradiciones con intensidad. Visitarla durante las Fiestas de la Virgen del Castillo es sumergirse en una atmósfera única, donde la pólvora, la devoción y la historia se mezclan en cada rincón.

Historia de Yecla: tierra de frontera, fe y resistencia

yacimeinto arqueologico Yecla

Yecla es una ciudad que ha aprendido a vivir entre límites. Situada en el extremo noreste de la Región de Murcia, su historia está marcada por su condición de frontera —entre reinos, entre culturas, entre paisajes. Desde tiempos iberos, este territorio ha sido habitado, defendido y transformado por quienes lo han sentido suyo.

Los primeros vestigios humanos se remontan a la Edad del Bronce, con asentamientos en el Cerro del Castillo y en la zona de Los Torrejones. Más tarde llegaron los íberos, los romanos y los visigodos, dejando huellas que aún hoy se descubren entre viñedos y cerros. Durante la época musulmana, Yecla formó parte de la cora de Tudmir, y su castillo —hoy desaparecido— fue clave en la defensa del territorio.

Tras la conquista cristiana en el siglo XIII, Yecla pasó a formar parte del Reino de Castilla, aunque su vinculación con Murcia se consolidó más tarde. En el siglo XV, la ciudad comenzó a organizarse en torno a la parroquia de Santa María y a desarrollar una identidad propia, marcada por la agricultura, la ganadería y, más adelante, el vino.

Vista de la Basílica de la Purísima en Yecla, Murcia

Pero fue en el siglo XVII cuando Yecla vivió uno de sus momentos fundacionales más emotivos: el regreso de los soldados ilesos de la Guerra de Cataluña en 1642. Ese gesto —subir al santuario del Castillo y disparar arcabuces en señal de agradecimiento a la Virgen— dio origen a las fiestas que hoy definen su alma colectiva.

A lo largo de los siglos, Yecla ha sabido combinar tradición y modernidad. Su industria del mueble, su Denominación de Origen vinícola y su intensa vida cultural conviven con una devoción profunda por sus raíces. Las Fiestas de la Virgen del Castillo no son solo una celebración: son el eco de una historia que sigue viva, que se transmite en cada disparo, en cada gesto, en cada paso de procesión.


Basílica de la Purísima: cúpula azul, alma de Yecla

Basílica de la Purísima: cúpula azul, alma de Yecla

La Basílica de la Purísima Concepción es mucho más que un templo: es el corazón espiritual de Yecla, el punto de encuentro entre fe, historia y arquitectura. Popularmente conocida como la “Iglesia Nueva”, se construyó entre 1775 y 1868, siguiendo los cánones del neoclásico murciano, con planta de cruz latina, tres naves y una cúpula que se ha convertido en símbolo de la ciudad.

La cúpula que abraza el cielo

Su elemento más reconocible es la cúpula peraltada, decorada en espiral con tejas vidriadas azules y blancas. Desde lejos, parece flotar sobre la ciudad. En su interior, destacan las pinturas murales de Manuel Muñoz Barberán, y una rica imaginería con obras de Francisco Salzillo, Miguel Torregrosa y José Lozano Roca, muchas de ellas protagonistas en la Semana Santa yeclana

Basílica de la Purísima, interior

Curiosidades y heridas de guerra

Durante la Guerra Civil, el templo fue devastado por un incendio en 1936. Se perdió el retablo mayor, el órgano, las cristaleras y buena parte del patrimonio mueble. En un giro insólito, la Capilla de la Comunión se convirtió en carnicería y pescadería, y bajo la cúpula se instaló una fuente usando la pila bautismal. Incluso se habilitaron lavabos subterráneos en el crucero izquierdo, que aún existen. Tras la contienda, entre 1940 y 1954, se inició una restauración profunda que culminó con la coronación canónica de la Virgen de la Purísima.

Horarios de visita

  • Lunes a sábado: 7:30 – 12:00 h y 18:00 – 20:00 h

  • Domingos: 9:30 – 13:00 h

La entrada es gratuita, aunque se recomienda contribuir con donativos voluntarios para el mantenimiento del templo.


Santuario del Castillo: donde la devoción toca el cielo

Santuario del Castillo

En lo alto del cerro que domina Yecla, donde antaño se alzaba una fortaleza medieval, se encuentra el Santuario del Castillo, un lugar cargado de historia, silencio y emoción. Desde aquí, cada diciembre, la Virgen inicia su bajada ritual entre salvas de arcabuz, y aquí regresa en la subida solemne que cierra las fiestas. Es el punto más alto —física y simbólicamente— de la devoción yeclana.

Historia con raíces profundas

El cerro del Castillo ha sido lugar sagrado desde tiempos remotos. En época musulmana, albergaba una fortaleza defensiva, y tras la conquista cristiana, se convirtió en espacio de culto. Ya en el siglo XVI existía una iglesia dedicada a Santa María, que funcionó como parroquia hasta 1540. Pero fue en 1642, tras el regreso ileso de los soldados yeclanos de la Guerra de Cataluña, cuando el lugar adquirió su significado actual: los combatientes subieron al santuario para agradecer su suerte disparando arcabuces ante un cuadro de la Virgen. Así nació la devoción a la Virgen del Castillo.

El edificio actual es fruto de varias reformas, la más significativa en el siglo XVIII. Su arquitectura es sencilla, con una nave única y un camarín que acoge la imagen de la Virgen. Lo que le da fuerza no es el ornamento, sino el paisaje, el silencio y la memoria que lo envuelven.

Santuario del Castillo, interior

Curiosidades que emocionan

  • El cerro como mirador natural: desde el santuario se contempla todo el Altiplano murciano, con vistas que alcanzan incluso tierras manchegas.

  • El camino de subida: durante la fiesta, la subida de la Virgen se convierte en un acto colectivo cargado de emoción. Muchos vecinos lo recorren a pie, en silencio, como gesto de respeto.

  • El santuario como refugio emocional: fuera de las fiestas, es lugar de recogimiento, promesas y visitas íntimas. Muchos yeclanos suben solos, sin ruido, solo para mirar, pensar o agradecer.

Horarios de visita y acceso

  • Abierto todos los días, especialmente durante las fiestas (del 5 al 15 de diciembre), con acceso libre.

  • Fuera de temporada, se puede visitar de lunes a domingo, normalmente en horario diurno. No tiene personal fijo, pero el acceso es libre y gratuito.

  • Entrada: gratuita. No se requiere reserva, aunque en visitas guiadas organizadas por el Ayuntamiento o asociaciones culturales puede haber aportaciones voluntarias.


Museo Arqueológico “Cayetano de Mergelina”: las raíces de Yecla bajo llave

Museo Arqueológico “Cayetano de Mergelina”

En pleno casco histórico de Yecla, el Museo Arqueológico “Cayetano de Mergelina” guarda las huellas más profundas de la ciudad. No es un museo monumental, pero sí esencial: aquí se custodia la memoria material de Yecla, desde la Edad del Bronce hasta la época medieval, pasando por los íberos, los romanos y los visigodos. Cada vitrina es una ventana al pasado, y cada pieza, una historia por contar.

El edificio: Palacio de los Ortega

El museo se ubica en el antiguo Palacio de los Ortega, una elegante casa señorial del siglo XVIII que conserva su estructura original: fachada sobria, patio central, escaleras de piedra y techos altos. Fue residencia de una familia noble vinculada al comercio del vino y la agricultura, y hoy es uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil yeclana. El contraste entre el continente y el contenido —barroco por fuera, prehistórico por dentro— le da un encanto especial.

Museo Arqueológico “Cayetano de Mergelina”

La colección: de íberos a visigodos

El recorrido museístico está organizado de forma cronológica y temática. Entre las piezas más destacadas:

  • Restos del Cerro del Castillo: cerámica, herramientas y objetos rituales de la Edad del Bronce.

  • Material ibérico de Coimbra del Barranco Ancho: esculturas, ajuares funerarios y elementos decorativos que muestran la riqueza de esta cultura.

  • Epigrafía romana: inscripciones, monedas y utensilios domésticos que revelan la vida cotidiana en la Yecla romana.

  • Objetos visigodos y medievales: piezas de transición que conectan el mundo antiguo con el cristiano.

El museo también rinde homenaje a Cayetano de Mergelina, arqueólogo yeclano que dirigió las excavaciones en Coimbra del Barranco Ancho y fue rector de la Universidad de Murcia. Su legado científico y emocional está presente en cada sala.

Museo Arqueológico “Cayetano de Mergelina”

Curiosidades que enriquecen la visita

  • La escultura del “Guerrero de Yecla”: una figura ibérica que se ha convertido en emblema local.

  • El patio como espacio expositivo: algunas piezas se exhiben al aire libre, aprovechando la arquitectura original del palacio.

  • Actividades didácticas: el museo organiza talleres, visitas guiadas y exposiciones temporales que conectan el pasado con el presente.

Horarios de visita y precios

  • Martes a sábado: 10:00 – 14:00 h y 17:00 – 20:00 h

  • Domingos y festivos: 10:00 – 14:00 h

  • Lunes cerrado

  • Entrada general: gratuita

Visitas guiadas: consultar disponibilidad en la Oficina de Turismo o en el propio museo (pueden tener coste simbólico o ser gratuitas según programación)


Casco antiguo de Yecla: piedra, memoria y sobriedad murciana

Plaza Mayor de Yecla, Murcia

El casco antiguo de Yecla no deslumbra con excesos, pero conquista con autenticidad. Es un entramado de calles tranquilas, fachadas sobrias y rincones que guardan siglos de historia. Aquí, la arquitectura civil habla de una ciudad agrícola, vinatera y resistente, que ha sabido conservar su identidad sin perder el paso del tiempo.

Casas señoriales y balcones con alma

Paseando por el centro histórico, uno se encuentra con casas solariegas del siglo XVIII y XIX, muchas de ellas con escudos nobiliarios, rejas de forja y patios interiores que aún conservan su estructura original. Son testimonio de una Yecla burguesa, vinculada al comercio del vino, la agricultura y la industria del mueble.

La calle San Francisco, la calle España y la Plaza Mayor son puntos clave para apreciar esta arquitectura doméstica, donde cada balcón parece contar una historia y cada puerta guarda el eco de generaciones.

Escalera interior del ayuntamiento de Yecla, Murcia

Edificios emblemáticos

  • Teatro Concha Segura: inaugurado en 1890, es uno de los espacios culturales más queridos por los yeclanos. Su fachada neoclásica y su interior de estilo italiano lo convierten en una joya arquitectónica y escénica.

  • Ayuntamiento de Yecla (imagen del interior): ubicado en la Plaza Mayor, combina elementos neoclásicos y barrocos. Es el centro administrativo y también uno de los escenarios rituales durante las fiestas.

  • Palacio de los Ortega: actual Casa de la Cultura y sede del Museo Arqueológico, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil del siglo XVIII en Yecla.

Rincones con encanto

El casco antiguo está salpicado de plazuelas, fuentes y miradores que invitan a la pausa. La Plaza de la Constitución, la Plaza del Concejo y el entorno de la Basílica de la Purísima ofrecen espacios donde la piedra y el silencio se mezclan con la vida cotidiana.


Bodegas de Yecla: tradición vinícola con alma de tierra

Bodegas Yecla, denominación de origen

Yecla no solo dispara pólvora en diciembre: también cultiva viñas con pasión durante todo el año. Su Denominación de Origen, centrada en la uva Monastrell, ha convertido esta ciudad en referente vinícola del sureste español. Las bodegas de Yecla combinan tradición, innovación y hospitalidad, ofreciendo experiencias enológicas que van desde catas maridadas hasta paseos por viñedos.

Algunas bodegas están abiertas al público con visitas guiadas y degustaciones, mientras que otras mantienen su actividad exclusivamente productiva. Aquí te dejo una tabla clara y visual para que puedas planificar tu ruta vinícola con toda la información práctica.

Bodega ¿Es visitable? Dirección Horarios de visita
Bodegas Castaño Av. Fuente Álamo, 3, 30510 Yecla L–V: 9:00–14:30
Sáb: 10:00–14:00
Dom: Cerrado
Bodegas La Purísima Ctra. Fuente Álamo, km 3, 30510 Yecla Consultar disponibilidad previa
Visitas bajo reserva
Casa Boquera Paraje Boquera del Carche, s/n, 30510 Yecla Visitas y catas desde 225 €
Reserva online en su web
Bodegas Barahonda No Ctra. Pinoso, km 3, 30510 Yecla No disponible para visitas
Solo actividad productiva

Patrimonio natural de Yecla: cerros, viñas y silencio que respira


Viñedos del Altiplano: paisaje cultural que se bebe y se vive

Viñedos del Altiplano, Yecla

En Yecla, el viñedo no es solo cultivo: es paisaje, memoria y forma de vida. Los campos de Monastrell, extendidos por el Altiplano murciano, dibujan un tapiz de tonos ocres, verdes y rojizos que cambia con las estaciones y marca el ritmo de la comunidad. Aquí, el vino no se produce: se cuida, se celebra y se comparte.

La Denominación de Origen Yecla, una de las más singulares de España, se asienta sobre suelos pobres y altitudes generosas, donde la vid ha aprendido a resistir y a expresarse con carácter. El resultado son vinos intensos, honestos y profundamente ligados a la tierra. Cada botella cuenta una historia de clima extremo, de poda paciente, de vendimia familiar.

campos de Monastrell,

Pero más allá del producto, el viñedo en Yecla es patrimonio cultural. Muchas bodegas ofrecen rutas entre cepas, catas al aire libre, talleres de poda o vendimia, y experiencias sensoriales que conectan el vino con el paisaje. Caminar entre viñas al atardecer, con el cerro del Castillo al fondo y el aroma de la tierra en el aire, es una forma de entender Yecla desde dentro.

Este paisaje vinícola también dialoga con la arquitectura rural, con los caminos de tierra, con las casonas de labor y con los silencios que solo se rompen con el crujido de las hojas. Es un entorno que invita a la pausa, a la contemplación y al disfrute lento.


Monte Arabí: el santuario de piedra que guarda secretos

Monte Arabí: el santuario de piedra que guarda secretos

A unos veinte kilómetros del casco urbano de Yecla, el Monte Arabí se alza como un santuario natural, arqueológico y emocional. No es una montaña imponente, pero sí profundamente simbólica. Sus formas redondeadas, sus abrigos rocosos y su atmósfera silenciosa lo convierten en uno de los lugares más mágicos del Altiplano murciano.

Este monte ha sido habitado, venerado y recorrido desde la Prehistoria. En sus paredes se conservan pinturas rupestres declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, testimonio de una espiritualidad antigua que aún se percibe al caminar entre sus piedras. Los abrigos de Cantos de Visera y Mediodía muestran figuras humanas, animales y signos abstractos que conectan el presente con un pasado remoto.

Monte Arabí, Yecla Murcia

Pero el Monte Arabí no solo guarda historia: también inspira leyendas. Se dice que es un lugar de energía telúrica, que sus piedras tienen memoria, que aquí se celebraban rituales ancestrales. Algunos lo llaman “la montaña mágica de Yecla”, y no es raro encontrar visitantes que suben en silencio, buscando algo más que vistas.

El paisaje es suave pero lleno de matices: formaciones rocosas con nombres propios como la Cueva del Tesoro, el Arco de la Magdalena o la Piedra del Sol. Los senderos están bien señalizados y permiten rutas circulares de baja dificultad, ideales para caminatas contemplativas, fotografía o simplemente dejarse llevar por el entorno.

Además, el monte está rodeado de flora autóctona, como tomillo, esparto y pino carrasco, y es hábitat de aves rapaces, reptiles y pequeños mamíferos. Es un espacio protegido, gestionado con criterios de conservación, y cada visita es una oportunidad para conectar con la naturaleza desde el respeto.

Si quieres acceder a los abrigos con arte rupestre o profundizar en su historia arqueológica, lo ideal es hacerlo mediante una visita guiada autorizada. Estas suelen organizarse a través de la Oficina de Turismo de Yecla, asociaciones culturales o en colaboración con el Ayuntamiento, especialmente en fechas señaladas o campañas de divulgación.

También hay rutas temáticas guiadas que combinan naturaleza, arqueología y leyendas locales, perfectas para enriquecer la experiencia.


Yacimientos arqueológicos visitables en Yecla

Hisn Yakka (Cerro del Castillo), Yecla - Murcia

Hisn Yakka (Cerro del Castillo). Imagen

  • Origen: fortificación andalusí del siglo XI.

  • Estado actual: en proceso de restauración dentro del proyecto Renacer de Yakka.

  • Visita: desde octubre, se incluye en las rutas turísticas estables de Yecla.

  • Acceso: de martes a domingo, previa reserva.

  • Precio: 2,5 € por persona.

  • Contacto: Concejalía de Cultura – ☎️ 968 70 09 01 (lunes a viernes, 9:30–13:00 h)

Los Torrejones

  • Origen: complejo rural romano con baños árabes posteriores (siglos XII–XIII).

  • Visita: accesible en campañas específicas como las Jornadas de Puertas Abiertas en septiembre.

  • Acceso: solo en visitas guiadas organizadas por el Ayuntamiento o asociaciones culturales.

Cantos de Visera (Monte Arabí)

  • Origen: arte rupestre prehistórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

  • Visita: accesible por libre, aunque el acceso a los abrigos con pinturas se recomienda con guía.

  • Rutas guiadas: disponibles en campañas culturales o bajo demanda.

Estas visitas suelen organizarse en grupos reducidos (máximo 25 personas), con pases cada 30 minutos y sin necesidad de inscripción previa en jornadas especiales. Para visitas fuera de campaña, lo ideal es contactar con la Oficina de Turismo de Yecla o llamar al 968 70 09 01.


Gastronomía de Yecla: tradición, sabor y carácter mediterráneo


Gastronomía Yecla, Murcia

La gastronomía yeclana es tan honesta como su tierra. Aquí se cocina con memoria, con producto local y con una mezcla de influencias manchegas, murcianas y levantinas que dan lugar a platos intensos, sabrosos y profundamente ligados al territorio. Desde el gazpacho manchego hasta el arroz con conejo y caracoles, pasando por embutidos artesanos, quesos curados y dulces como los libricos, Yecla ofrece una cocina que reconforta y sorprende.

Además, la ciudad cuenta con una oferta creciente de restaurantes y bares que combinan tradición y creatividad, muchos de ellos vinculados al vino local y a experiencias gastronómicas completas. Aquí te dejo una tabla clara y visual con los mejor valorados, ideal para planificar tu ruta culinaria.

Nombre Tipo Dirección Valoración
Barahonda Restaurante mediterráneo y vinícola Ctra. Pinoso, km 3, 30510 Yecla 4.7 ★ (307 opiniones)
La Zaranda Mediterránea y europea C. Murillo, 13, 30510 Yecla 4.6 ★ (160 opiniones)
Restaurante Gachamiga Tradicional murciana y manchega Av. Feria, s/n, 30510 Yecla 4.2 ★ (124 opiniones)
Estirpe Restaurante Alta cocina española C. San Francisco, 2, 30510 Yecla 5.0 ★ (10 opiniones)
Lio Bar Bar de tapas y cocina española C. San Francisco, 2, 30510 Yecla 4.5 ★ (530 opiniones)
La Limeña Peruana y latina C. San José, 83, 30510 Yecla 4.7 ★ (15 opiniones)

Alojamientos en Yecla: confort, ubicación y hospitalidad local


Alojamientos Libertad ****

Apto. Con terraza

Cancelación gratis

Apartamento Poseidon ***

Apto. de 2 dormitorios

Cancelación gratis

Casa rural Vista Magdalena

Desayuno incluido

Cancelación gratis


Yecla no se olvida. Se lleva en la mirada, en el sabor del vino, en el eco de los arcabuces, en la piedra que guarda silencio. Es una ciudad que no necesita alardes para emocionar, porque su fuerza está en lo íntimo: en sus calles sobrias, en sus paisajes que respiran, en sus fiestas que abrazan la historia.

Al marcharse, uno no siente que se va, sino que deja algo de sí. Porque Yecla no es solo un destino: es una experiencia que transforma, una raíz que se enreda en la memoria y una promesa de regreso.

Aquí, cada rincón tiene alma. Y cada visitante, si escucha con atención, se convierte en parte de su relato.

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