
Cuando el calendario roza el final de octubre y el frío comienza a morder las calles de Soria, hay algo más que viento en el aire. Se siente una inquietud antigua, como si las piedras susurraran nombres que ya nadie recuerda. No es una noche cualquiera: es la noche de las Ánimas.
Las luces disminuyen, los relojes parecen ralentizarse, y la ciudad se transforma en un escenario que respira leyenda, fuego y memoria. En cada rincón, desde las plazas medievales hasta los callejones sombríos, se cuela el eco de historias contadas al calor de antorchas encendidas. Aquí no se celebra Halloween. Aquí se honra lo invisible.
El Festival de las Ánimas en Soria no es sólo una cita cultural: es una ceremonia colectiva, un susurro en voz alta al pasado, una invitación a caminar con los que ya no están… o quizá nunca se fueron. ¿Qué fuerza arrastra a miles de personas a recorrer las calles guiadas sólo por el fuego y la voz de Bécquer? ¿Qué sucede en Soria cuando cae la noche más sagrada?
Bienvenidos al umbral. El viaje comienza.

Todo comenzó en 1986, cuando un grupo de alumnos de la Escuela de Adultos de Soria, guiados por el profesor Ernesto López Gavira, decidió rendir homenaje a la leyenda de El Monte de las Ánimas de Gustavo Adolfo Bécquer. Aquella primera lectura nocturna, entre hogueras y túnicas, fue el germen de lo que hoy es una de las celebraciones más singulares de España.
Lo que nació como una actividad literaria extraescolar se convirtió, año tras año, en un ritual colectivo que mezcla literatura, fuego, misterio y memoria. Desde entonces, cada 1 de noviembre, Soria se transforma en un escenario gótico donde las palabras de Bécquer resuenan entre antorchas y tambores, y donde los más valientes cruzan descalzos el manto de brasas encendidas.
Para los sorianos, el Festival no es solo una fiesta: es una forma de honrar a sus muertos, a sus leyendas y a su identidad. Es una cita que une generaciones, que recupera tradiciones olvidadas y que convierte la ciudad en un lugar donde lo invisible cobra forma. La lectura de la leyenda, el desfile de las Ánimas, los espectáculos, las carreras nocturnas y las actividades culturales han hecho que esta celebración se extienda a más de una decena de municipios

En marzo de 2023, la Junta de Castilla y León otorgó al Festival de las Ánimas la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional. ¿Por qué?
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Porque tiene más de 25 años de historia ininterrumpida.
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Porque es multitudinario, con miles de asistentes cada año.
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Porque posee un calado cultural único, original y vinculado a una fecha concreta: la Noche de Difuntos.
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Porque ha logrado desestacionalizar el turismo en Soria, llenando hoteles y atrayendo visitantes en pleno otoño.
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Porque representa una riqueza inmaterial basada en la literatura, la tradición y la participación ciudadana.
Esta distinción no solo reconoce el valor del festival, sino que abre la puerta a su futura declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional, algo que ya se está preparando desde la organización.
La leyenda que lo inició todo

Cuando se habla del Festival de las Ánimas en Soria, no se puede separar su esencia de la figura de Gustavo Adolfo Bécquer, el poeta romántico que convirtió el misterio en literatura y la muerte en belleza. Su leyenda El Monte de las Ánimas, publicada en 1861, es el alma literaria que da vida a esta celebración única.
El Monte de las Ánimas narra una historia de amor, desafío y muerte ambientada en Soria, en la noche de Difuntos. En ella, Alonso, un joven noble, se adentra en el monte encantado para recuperar una cinta perdida por su prima Beatriz. Lo que encuentra allí no es solo oscuridad, sino el despertar de las ánimas templarias que vagan entre zarzales y ruinas.
Este relato, considerado uno de los mejores cuentos de terror en lengua castellana, se convirtió en el eje narrativo del festival. Cada año, el 1 de noviembre, se realiza una lectura dramatizada de la leyenda en el mismo monte, acompañada por fuego, tambores y una atmósfera que parece arrancada de las páginas de Bécquer.
Bécquer y Soria: una historia de inspiración
Aunque nacido en Sevilla, Bécquer vivió en Soria durante varios años. Se casó con la soriana Casta Esteban, y su estancia en la ciudad y sus alrededores le inspiró varias leyendas, como El Rayo de Luna, Los Ojos Verdes y La Corza Blanca. Soria no fue solo un escenario: fue su refugio, su musa y su mapa emocional.
Durante el festival, se realizan rutas literarias por los lugares que marcaron su vida: la calle Zapatería, la plaza de Herradores, los arcos de San Juan de Duero… Cada rincón revive su presencia y su pluma.
Una celebración que honra la palabra
El Festival de las Ánimas no es solo una fiesta de disfraces o un desfile nocturno. Es un homenaje a la literatura, al romanticismo y al poder de las leyendas. Bécquer no solo es recordado: es invocado. Sus personajes desfilan por las calles, sus textos se leen entre ruinas, y su voz —a través de actores de doblaje— resuena en la noche más mágica de Soria.
Fechas y Programación especial por el 40 aniversario

El Festival de las Ánimas 2025 se celebrará en Soria del 23 de octubre al 2 de noviembre, con una programación especial por su 40 aniversario. Aunque aún pueden surgir novedades, la agenda general ya está perfilada y promete más de 130 actividades que combinan literatura, teatro, música, fuego y misterio.
Fechas clave
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Inicio del festival: Jueves 23 de octubre
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Desfile de las Ánimas: Jueves 31 de octubre
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Noche de las Ánimas y lectura de la leyenda: Viernes 1 de noviembre
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Clausura: Domingo 2 de noviembre
Programación general esperada
Lecturas y leyendas
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Lectura dramatizada de El Monte de la Ánimas en el Espacio Ánimas (1 de noviembre)
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Lecturas nocturnas en las Ruinas de San Nicolás del 27 al 30 de octubre
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Lecturas en versión original italiana (27 de octubre)
Desfile de las Ánimas (31 de octubre)
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Dos procesiones: templarios desde el río y nobles desde el castillo
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Encuentro en San Juan de Rabanera y recorrido hasta la Plaza Mayor
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Abierto a la participación ciudadana
Teatro y espectáculos
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Microteatro Sympathy for the Devil (26 de octubre y 2 de noviembre)
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Representaciones sobre el Diablo en el cine y música en directo
Música y conciertos
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Gala con Carmina Burana (25 de octubre)
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Concierto tributo a The Rolling Stones (1 de noviembre)
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Actuaciones en el Café Teatro Botánico (2 de noviembre)
Actividades paralelas
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Carrera nocturna solidaria Monte Pinos (24 de octubre)
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Juego de rol en vivo por toda Soria, ambientado en leyendas becquerianas
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Exposiciones de trajes medievales y fotografía conmemorativa
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Visitas guiadas: Crónica Negra de Soria (17h) y La Soria de los Bécquer (21:30h)
Para acceder a algunos de los eventos del Festival de las Ánimas que requieren aforo limitado o reserva previa. Aunque muchas actividades son gratuitas y abiertas al público (como el Desfile de las Ánimas o las lecturas nocturnas en exteriores), hay otras que se celebran en espacios cerrados o que tienen una producción más elaborada, y por eso se gestionan con entradas.
Aquí tienes ejemplos típicos de actividades con entrada:
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Espectáculos de microteatro como Sympathy for the Devil
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Conciertos especiales, como el de Carmina Burana
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Visitas guiadas con plazas limitadas
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Lecturas dramatizadas en interiores con aforo reducido
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Algunas exposiciones y actividades inmersivas
Se pueden adquirir a través de la web oficial del festival, y conviene hacerlo con antelación porque hay eventos que se agotan rápido, sobre todo la noche del 31 de octubre.
Día | Actividad principal | Horario | Lugar | Requiere entrada |
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Jue 23 oct | Inauguración oficial | 18:00 | Plaza Mayor | No |
Vie 24 oct | Carrera nocturna Monte Pinos | 20:30 | Parque de Santa Clara | Sí |
Sáb 25 oct | Gala Carmina Burana | 20:00 | Auditorio Palacio de la Audiencia | Sí |
Dom 26 oct | Microteatro: Sympathy for the Devil | 19:00 | Café Teatro Botánico | Sí |
Lun 27 oct | Lecturas nocturnas en italiano | 21:30 | Ruinas de San Nicolás | No |
Mar 28 oct | Lecturas temáticas | 22:00 | Ruinas de San Nicolás | No |
Mié 30 oct | Juego de rol en vivo | 20:00 | Casco antiguo de Soria | No |
Jue 31 oct | Desfile de las Ánimas | 21:00 | Desde el río y el castillo | No |
Vie 1 nov | Lectura de El Monte de las Ánimas | 23:00 | Espacio Ánimas | No |
Vie 1 nov | Concierto tributo The Rolling Stones | 00:30 | Plaza Mayor | No |
Sáb 2 nov | Clausura + Microteatro | 20:00 | Café Teatro Botánico | Sí |
Soria: una historia escrita en piedra y silencio

Mucho antes de que Soria fuera Soria, ya había vida en sus alrededores. En el Monte Valonsadero, a unos 8 km del centro, pastores prehistóricos dejaron grabadas en la roca escenas de caza y rituales, como si quisieran que el tiempo no los olvidara.
Pero la historia más épica comienza con Numancia, la ciudad celtíbera que desafió al Imperio Romano durante más de veinte años. Los arévacos, sus habitantes, prefirieron la muerte antes que la rendición. Su resistencia se convirtió en símbolo de libertad y orgullo nacional.
La ciudad de Soria como tal no aparece hasta el siglo XII. En 1119, el rey Alfonso I el Batallador concede el Fuero Breve, y con él nace una villa que pronto se convierte en cruce de caminos, frontera entre los reinos de Castilla, Aragón y Navarra. En 1136, pasa definitivamente a manos castellanas, y bajo el reinado de Alfonso VIII, crece y se fortifica. Los nobles sorianos incluso lo protegieron de niño y lucharon junto a él en la batalla de las Navas de Tolosa.
Durante siglos, Soria fue tierra de trashumancia, de ovejas que cruzaban la meseta siguiendo las cañadas reales. De ahí su lema: “Soria Pura, Cabeza de Estremadura”, reflejo de su papel en la poderosa Mesta ganadera.
En el siglo XIII, Alfonso X le concede el Fuero Real, y se crean los Doce Linajes, una institución nobiliaria única que aún hoy se recuerda con orgullo. Pero no todo fue esplendor: la expulsión de los judíos en 1492 trajo decadencia, y la ciudad perdió población y riqueza.
Durante la Guerra de la Independencia, en 1808, las tropas napoleónicas saquearon Soria. Muchos edificios fueron incendiados, y la ciudad quedó herida. Aun así, sobrevivió, como siempre lo ha hecho. En el siglo XIX, con la llegada del ferrocarril, se encendió una chispa de esperanza, aunque nunca llegó a convertirse en un gran centro industrial.
Hoy, Soria es una ciudad pequeña, tranquila, con unos 38.000 habitantes. Pero su alma es inmensa. Es la ciudad de los poetas, donde Antonio Machado encontró inspiración y dolor, donde Bécquer escribió leyendas que aún estremecen, y donde Gerardo Diego vio belleza en cada rincón.
Soria no grita su historia, la susurra. Y si la escuchas con atención, te cuenta cosas que no están en los libros.
Ermita de San Saturio

Imagina que estás paseando junto al río Duero, bajo la sombra de los álamos que Machado convirtió en versos, y de pronto, como si brotara de la roca misma, aparece la Ermita de San Saturio. No hay monumento en Soria que despierte más cariño ni que esté tan cargado de leyenda, poesía y paisaje.
Construida en el siglo XVII sobre una cueva natural, esta ermita parece suspendida en el tiempo y en el acantilado. Se accede por un sendero que serpentea junto al río, y al cruzar un pequeño puente, entras en la gruta donde vivió San Saturio, un noble soriano que, tras repartir su fortuna entre los pobres, decidió retirarse a vivir como ermitaño. Allí pasó treinta años en oración y silencio, hasta que un joven llamado Prudencio lo encontró y se convirtió en su discípulo. La leyenda cuenta que cruzó el río sobre la capa del santo, sin mojarse ni un pelo. Milagros aparte, la historia tiene alma.

La ermita no es solo un templo, es un recorrido emocional. Subes por escaleras excavadas en la roca, atraviesas salas con nombres tan evocadores como el Cabildo de los Heros o la Capilla de San Miguel, y llegas a la iglesia barroca, de planta octogonal, decorada con frescos que narran la vida del santo. Desde sus balcones, el Duero se despliega como un cuadro vivo.
Y si te gusta la literatura, aquí también se respira verso. Bécquer la menciona en “El rayo de luna” y Machado la inmortaliza en “Campos de Castilla”. Es un lugar donde el silencio tiene eco, y donde cada piedra parece guardar un secreto.
La entrada es gratuita, y la visita, inolvidable. Si vas en otoño, con las hojas doradas cayendo al río, entenderás por qué tantos poetas se enamoraron de este rincón.
Claustro de San Juan de Duero

Según cruzas el río Duero por el puente de piedra medieval, al otro lado, como escondido entre árboles y leyendas, aparece el Claustro de San Juan de Duero. No es un claustro cualquiera: es una sinfonía de arcos, culturas y misterio.
Este lugar fue parte de un monasterio fundado por los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, llegados desde Tierra Santa en el siglo XII. Hoy solo queda la iglesia y el claustro, pero lo que se conserva es tan especial que parece sacado de un cuento oriental.
Un claustro que mezcla mundos
Lo primero que llama la atención es que cada esquina es distinta. No hay simetría, y eso lo hace aún más fascinante. Los arcos se entrelazan como si estuvieran bailando, y hay influencias de estilos románico, árabe, bizantino y mudéjar. Algunos arcos son de medio punto, otros de herradura apuntada, y otros se cruzan como si jugaran a formar figuras imposibles.
Los capiteles están decorados con criaturas fantásticas, motivos vegetales y escenas bíblicas, como la degollación de San Juan Bautista o la adoración de los Reyes Magos. Es como pasear por un cómic medieval tallado en piedra.
Un lugar con leyenda
Este claustro está justo a los pies del Monte de las Ánimas, el mismo que inspiró a Gustavo Adolfo Bécquer en su famosa leyenda. Se dice que por aquí vagaban los espíritus de los caballeros templarios, y que en la noche de Difuntos, el viento trae sus voces entre los arcos.
Visita práctica
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Horario habitual: Martes a sábado: 10:00–14:00 y 16:00–19:00 Domingo y festivos: 10:00–14:00 Lunes: cerrado
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Entrada: 1 € (gratuita sábados, domingos y festivos)
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Dirección: Monte de las Ánimas, s/n, 42004 Soria
Si te gusta la arquitectura que cuenta historias, este claustro te va a encantar.
San Juan de Rabanera

Paseando por el centro de Soria, entre plazas tranquilas y calles con historia, te encuentras de pronto con una joya románica que parece haber resistido el paso de los siglos con dignidad y elegancia: la Iglesia de San Juan de Rabanera. Pequeña, sobria y encantadora, esta iglesia es como un susurro del siglo XII que aún se deja escuchar entre el bullicio moderno.
Su fachada principal, con una portada románica traída desde la antigua iglesia de San Nicolás, es una obra de arte en sí misma. Los capiteles tallados muestran escenas de la vida de Cristo y de San Nicolás, y en el tímpano, el santo aparece sentado, como si te diera la bienvenida. Es curioso pensar que esta portada fue trasladada piedra a piedra en 1908, en una operación que hoy sería digna de un documental.
Al rodearla, el ábside semicircular te sorprende con su decoración única: pilastras estriadas, arcos ciegos y relieves florales que parecen salidos de un sueño bizantino. No es el típico románico castellano; aquí hay influencias orientales, detalles góticos y una personalidad propia que la hace especial.

Dentro, el ambiente es recogido y sereno. La planta de cruz latina, el crucero con cúpula sobre trompas y los retablos platerescos y barrocos te envuelven en una atmósfera de recogimiento. Uno de los tesoros es el Cristo del Perdón, atribuido al escultor Manuel Pereira, que parece mirar al cielo con una mezcla de dolor y esperanza.
San Juan de Rabanera fue declarada Monumento Nacional en 1929, y no es para menos. Es uno de esos lugares que no necesitan grandes dimensiones para dejar huella. Si te detienes un momento en su interior, sentirás que estás en un espacio donde la piedra guarda secretos, donde cada arco tiene algo que contar.
Monte Valonsadero

A las afueras de Soria, a apenas unos minutos en coche, se extiende un lugar que parece sacado de un cuento de naturaleza y tradición: el Monte Valonsadero. Este espacio natural de casi 2.800 hectáreas es mucho más que un monte; es el patio trasero de los sorianos, el escenario de sus fiestas, sus paseos, sus recuerdos y sus escapadas de fin de semana.
Naturaleza en estado puro
Valonsadero es una mezcla deliciosa de praderas, bosques de robles, formaciones rocosas caprichosas y senderos que invitan a perderse sin prisa. Aquí pasta el ganado a sus anchas, cruzan corzos y jabalíes, y el aire huele a tierra, a fresno y a libertad. Si te gusta caminar, hay rutas señalizadas para todos los niveles, desde paseos suaves hasta recorridos más largos que te llevan por fuentes, miradores y rincones secretos
Arte milenario en las rocas
Uno de los tesoros más sorprendentes del monte son sus pinturas rupestres, realizadas por pueblos nómadas entre el 3000 y el 2000 a.C. Están repartidas por abrigos rocosos y muestran escenas de caza, figuras humanas y animales. Algunas se pueden visitar fácilmente siguiendo rutas señalizadas, y hay paneles explicativos que te ayudan a entender lo que estás viendo.
Fiestas con sabor local
Valonsadero no solo es naturaleza, también es tradición. Aquí se celebran actos emblemáticos de las fiestas de San Juan, como La Compra del Toro o La Saca, donde los toros bravos son protagonistas y el monte se llena de gente, música y emoción. Es un lugar que vibra con la cultura soriana.
Ocio para todos los gustos
Además de senderismo, puedes practicar ciclismo, equitación, pesca, golf o simplemente disfrutar de un picnic en sus áreas recreativas. Hay columpios para los peques, tirolinas, mesas de ping-pong y hasta un restaurante para reponer fuerzas.
Monte Valonsadero es ese tipo de sitio que te hace sentir que el tiempo se detiene. Un lugar donde puedes respirar hondo, mirar al horizonte y pensar: “Aquí se está bien”.
La gastronomía soriana

La gastronomía soriana es como su tierra: sobria, auténtica y sorprendentemente rica. En esta provincia castellana, el sabor se cultiva con paciencia, se cocina con respeto y se sirve con orgullo. Aquí no hay artificios, hay producto. Y vaya producto.
El rey: el torrezno de Soria
Crujiente por fuera, jugoso por dentro. El torrezno es la panceta frita que ha conquistado paladares dentro y fuera de España. Tiene Marca de Garantía, y no es para menos: su corteza dorada y su magro tierno lo convierten en un manjar que se sirve en bares, restaurantes y fiestas populares. Si no lo pruebas, no has estado en Soria.
Micología: boletus, níscalos y más
Soria es un paraíso para los amantes de las setas. Sus pinares y encinares ofrecen una variedad impresionante: boletus edulis, níscalos, setas de cardo, senderillas… En otoño, la ciudad se llena de rutas micológicas, ferias y platos que celebran este tesoro natural.
La trufa negra: el diamante de la cocina
La trufa negra de Soria (Tuber melanosporum) es uno de los productos más exclusivos de la provincia. Se recolecta entre diciembre y marzo, y su aroma intenso transforma cualquier plato en una experiencia gourmet. Hay mercados, jornadas gastronómicas y hasta perros truferos entrenados para encontrarla.
Cordero lechal y caldereta
La tradición pastoril se saborea en platos como el cordero asado, cocinado lentamente en horno de leña, o la caldereta, un guiso contundente con carne, verduras y especias. En fiestas como San Juan, es costumbre compartir este plato en cuadrillas, como símbolo de comunidad.
Migas de pastor
Pan duro, ajo, chorizo, panceta y paciencia. Las migas sorianas son herencia de los pastores trashumantes. Se sirven con uvas o huevo frito, y son perfectas para desayunos de invierno o comidas al aire libre.
Mantequilla con Denominación de Origen
La mantequilla de Soria es famosa por su sabor suave y textura cremosa. Se elabora en tres variedades: natural, salada y dulce. La dulce se usa en repostería tradicional y es la base de muchos postres locales.
Dulces con historia
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Costrada soriana: milhojas rellenas de crema y nata, cubiertas con hojaldre desmigado y azúcar glas.
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Paciencias: galletas finas con ralladura de limón, perfectas para acompañar el café.
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Yemas de Almazán y caballitos de mantequilla: pequeños bocados con alma soriana.
Vinos de la Ribera del Duero
Aunque no hay viñedos en la capital, la provincia forma parte de la D.O. Ribera del Duero. Sus tintos y rosados acompañan a la perfección los platos locales, y muchas bodegas ofrecen visitas y catas.
Recomendaciones de Restaurantes
Restaurante | Dirección | Teléfono | Especialidades típicas | Valoración |
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Restaurante El Ventorro | Av. Mariano Vicén 33, Soria | 975 22 97 75 | Torreznos, rabo de toro, mantequilla | 4.3 / 5 |
Restaurante Lilot | Calle Fueros de Soria 12, Soria | 651 49 53 17 | Trufa negra, queso de Oncala, setas | 4.6 / 5 |
Casa Arévalo | Av. Duques de Soria 4, Soria | 975 22 58 32 | Cordero lechal, migas, cocina tradicional | 4.1 / 5 |
El Kiosco de Soria | Alameda de Cervantes, s/n, Soria | 630 31 86 91 | Torreznos, tapas sorianas, postres locales | 4.4 / 5 |
La Galiana Restaurant | Calle Alfonso VIII 10, Soria | 975 22 62 11 | Cocina soriana, trufa, costrada | 4.4 / 5 |
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