Lugares encantados en Madrid que puedes visitar: leyendas, horarios y misterio – Capítulo I

Publicado el 10 de julio de 2025, 8:18
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Madrid no solo vive de terrazas y museos. Bajo sus calles y entre sus ruinas, susurra una ciudad paralela: un Madrid de espíritus sin reposo, sanatorios olvidados, palacios con secretos y pueblos donde el silencio pesa más que el tiempo. Para quienes sienten fascinación por lo inexplicable, la Comunidad de Madrid esconde rincones donde el viento se convierte en susurro... y el escalofrío en señal.

En este recorrido hemos reunido algunos de los espacios más inquietantes, encantados o cargados de leyenda que puedes visitar, con sus horarios, precios y pistas prácticas para valientes. Desde el Palacio de Linares hasta un sanatorio militar abandonado en la sierra, aquí tienes una ruta para recorrer con linterna interior y los ojos bien abiertos.

Porque a veces el verdadero turismo no está en las guías, sino en los lugares donde nadie mira de noche...

Este artículo es solo la primera entrega de una serie dedicada a los lugares encantados, olvidados y cargados de leyenda en Madrid y sus alrededores. Aquí abrimos la puerta al misterio con 9 espacios reales que puedes visitar, pero todavía hay muchos más que esperan entre ruinas, pasillos y sombras. Bienvenidos a “Capítulo I: el mapa comienza a vibrar


Casa de las Siete Chimeneas

Plaza del Rey, 1, Centro, Madrid 🕰️ Horario: Lunes a viernes, de 9:00 a 15:00 💸 Precio: Gratuito (solo exterior)

Casa de las Siete Chimeneas

Casa de las Siete Chimeneas: historia completa y leyenda inquietante

En pleno corazón de Madrid, en la Plaza del Rey, se alza un edificio que parece discreto… hasta que conoces su pasado. La Casa de las Siete Chimeneas, construida entre 1574 y 1577 por el arquitecto Antonio Sillero, es uno de los pocos ejemplos de arquitectura civil del siglo XVI que aún se conservan en la ciudad. Su nombre proviene de las siete chimeneas que coronan su tejado, alineadas como centinelas silenciosos. Pero lo que realmente la hace especial es la historia que susurra entre sus muros.

Elena, la amante del rey y el misterio sin resolver

La leyenda más famosa cuenta que la casa fue regalo de bodas de Felipe II a Elena, hija de uno de sus monteros reales. Algunos rumores aseguran que Elena no solo era su protegida… sino también su amante secreta. Para evitar escándalos, el rey arregló su matrimonio con el capitán Zapata, quien poco después fue enviado a la guerra de Flandes, donde murió en combate.

Elena, devastada por la pérdida, cayó en una profunda depresión. Pero su muerte no fue tranquila: los sirvientes afirmaron haber visto heridas de cuchillo en su cuerpo, lo que desató sospechas de asesinato. El cadáver desapareció misteriosamente, y el único interrogado fue su padre… que apareció ahorcado en una de las salas poco después.

El fantasma del tejado y los hallazgos macabros

Años más tarde, comenzaron los avistamientos: una figura femenina vestida de blanco, con una antorcha en la mano, caminaba entre las chimeneas del tejado, señalando hacia el Alcázar, residencia del rey. ¿Era Elena, reclamando justicia? ¿O su hija secreta, fruto de aquella relación prohibida? Nadie lo sabe.

Lo que sí se sabe es que durante reformas en el siglo XIX, se encontró un esqueleto femenino enterrado bajo el suelo, junto a monedas de oro de la época de Felipe II. Y en los años 50, apareció otro cadáver masculino entre las paredes del edificio. ¿El mayordomo asesinado durante el motín de Esquilache? ¿Otro secreto oculto?

Hoy, un edificio oficial con alma inquieta

Actualmente, la Casa de las Siete Chimeneas alberga dependencias del Ministerio de Cultura. Pero quienes trabajan allí aseguran que, en noches de luna llena, algo se mueve entre las chimeneas. Y que el pasado, por más que se intente archivar, sigue respirando entre las paredes.


Ruinas de San Pelayo y San Isidoro

P.º de Fernán Núñez, 28, Parque del Retiro, Madrid 🕰️ Horario: Abierto las 24 horas 💸 Precio: Gratuito

Ruinas de San Pelayo y San Isidoro

Ruinas de San Pelayo y San Isidoro: un templo viajero con alma medieval

En un rincón silencioso del Parque del Retiro, entre árboles centenarios y senderos poco transitados, se alzan los restos de una iglesia que nació lejos de Madrid… y que ha vivido más vidas que muchas leyendas. Las ruinas de San Pelayo y San Isidoro no son un capricho romántico, sino los fragmentos de un templo románico del siglo XI que fue desmontado piedra a piedra en Ávila y trasladado a la capital por voluntad política y arqueológica.

De Ávila a Madrid: el viaje de un templo medieval

La ermita original se construyó extramuros de Ávila, cerca del río Adaja, en una zona donde convivían el barrio judío y el moro. Dedicada inicialmente a San Pelayo, un joven mártir cordobés, fue consagrada en 1232 y más tarde también se vinculó a San Isidoro de Sevilla, cuyo cuerpo descansó brevemente allí durante su traslado a León.

Durante siglos, la iglesia fue parroquia activa, pero con el paso del tiempo y la construcción de la nueva catedral de Ávila, su culto decayó. En el siglo XIX, tras la desamortización de Mendizábal, el templo quedó en ruinas y fue vendido a particulares. El ingeniero y arqueólogo aficionado Emiliano Rotondo Nicolau adquirió los sillares y elementos arquitectónicos, con la idea de preservarlos.

Un traslado polémico y un destino incierto

Tras varios intentos fallidos de reubicación (incluido uno en San Sebastián), las ruinas fueron cedidas al Estado y luego al Ayuntamiento de Madrid. En 1896, bajo el impulso de Antonio Cánovas del Castillo, se decidió instalar el templo en el Parque del Retiro, cerca de la Montaña Artificial, como símbolo del patrimonio histórico español.

El traslado fue supervisado por el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, y aunque se pensó en usarlo como capilla para misas mozárabes, el proyecto nunca se concretó. Las ruinas quedaron expuestas al abandono, el vandalismo y el paso del tiempo, hasta que a comienzos del siglo XXI se ordenó su restauración parcial.

Una atmósfera que inquieta sin fantasmas

Aunque no hay leyendas de apariciones, el lugar tiene una presencia poderosa. Las columnas truncadas, los capiteles vegetales, los arcos románicos y el silencio que lo envuelve hacen que muchos visitantes describan una sensación de solemnidad extraña, como si las piedras recordaran algo que nadie ha contado.

Algunos detalles arquitectónicos aún visibles —como las rosas de cuatro pétalos, los pájaros tallados con el pico entre las patas, o los leones esculpidos en los capiteles— conectan esta ermita con otras joyas románicas de Ávila, como San Vicente o San Andrés.

Hoy, las ruinas de San Pelayo y San Isidoro son un rincón olvidado que guarda el eco de un templo medieval, el rastro de un traslado polémico y la belleza de lo que resiste al tiempo. Si caminas por el Retiro y el viento sopla entre sus piedras, tal vez escuches algo más que hojas moviéndose.


Fuente de los Afligidos

Plaza de Cristino Martos, 10, Centro, Madrid 🕰️ Horario: Abierta las 24 horas 💸 Precio: Gratuito

Fuente de los Afligidos

Fuente de los Afligidos: entre lágrimas, epidemias y una historia borrada

En el corazón del barrio de Conde Duque, justo donde la calle de la Princesa se curva hacia la plaza de Cristino Martos, se alza una fuente que parece discreta… pero que guarda un pasado cargado de melancolía y misterio. La Fuente de los Afligidos, también conocida como fuente de Cristino Martos o fuente de San Joaquín, tiene sus raíces en el siglo XVII, cuando el agua no solo era necesidad, sino también consuelo.

Un convento, una virgen y una fuente que escuchaba el dolor

La fuente original estaba junto al convento de San Joaquín, fundado en 1636 por la orden premostratense. En su interior se veneraba a la Virgen de los Afligidos, y el convento pronto adoptó ese nombre popular. La plaza que hoy conocemos como Cristino Martos se llamaba entonces Plazuela de los Afligidos, y era lugar de paso para quienes buscaban consuelo espiritual o simplemente un rincón donde llorar sin ser vistos.

Durante las epidemias del siglo XIX, especialmente la del cólera, se dice que las viudas y madres que habían perdido a sus seres queridos acudían a esta fuente para lavar sus pañuelos, mojar sus manos y dejar que el agua se llevara parte del dolor. Algunos testimonios antiguos hablan de suspiros nocturnos, de mujeres vestidas de negro que permanecían horas sentadas junto a la fuente, sin hablar, sin moverse.

Desaparición, reconstrucción y un monumento que no olvida

La fuente original fue sustituida en 1952 por el actual conjunto monumental, diseñado por Manuel Herrero Palacios y Luis Pérez-Mínguez, con esculturas de Federico Coullaut-Valera. El nuevo diseño, inspirado en la Escalera Dorada de la Catedral de Burgos, incluye delfines de piedra, vestales y una tridacna marina de la que brota el agua.

Aunque el estilo barroco y la piedra rosa de Sepúlveda le dan un aire elegante, muchos aseguran que el lugar conserva una atmósfera pesada, como si el dolor antiguo se hubiera quedado atrapado entre los escalones. Algunos visitantes afirman sentir una presión en el pecho al pasar de noche, o escuchar el sonido del agua antes de que empiece a brotar.

¿Leyenda urbana o memoria emocional?

No hay fantasmas documentados, pero sí una leyenda persistente: que si te acercas a la fuente con un corazón afligido, el agua brotará más fuerte. Y que si te sientas en uno de los bancos cercanos en silencio, puedes sentir una presencia suave, como si alguien te acompañara en tu tristeza.

Hoy, la Fuente de los Afligidos es un rincón olvidado por muchos, pero para quienes conocen su historia, sigue siendo un lugar donde el agua no solo limpia… también escucha.


Torre de los Lujanes: la prisión del rey y los ecos del pasado

Calle del Codo, 3, Plaza de la Villa, Madrid 🕰️ Horario: Abre a las 12:00 p.m. 💸 Precio: Gratuito (visita exterior)

Torre de los Lujanes: la prisión del rey y los ecos del pasado

El edificio civil más antiguo de Madrid… y el más enigmático

En pleno corazón del Madrid medieval, en la Plaza de la Villa, se alza la Torre de los Lujanes, una construcción robusta de estilo mudéjar que data del siglo XV. Fue levantada por la poderosa familia Luján, comerciantes aragoneses que se instalaron en la capital y dejaron huella con este conjunto arquitectónico que incluye la torre y dos casas señoriales.

La torre, con su fachada de ladrillo y piedra, su arco de herradura de inspiración morisca y su torreta superior, parece sacada de un cuento de espadachines. Pero lo que la convierte en un lugar inquietante es la leyenda que la envuelve: se dice que el rey Francisco I de Francia estuvo prisionero en esta torre tras ser capturado en la batalla de Pavía en 1525. Aunque algunos historiadores afirman que solo estuvo alojado, la tradición popular insiste en que fue encerrado aquí, en una de las estancias más sombrías del edificio.

Susurros entre muros y secretos de poder

La torre fue elegida en el siglo XIX como estación del telégrafo óptico de la línea Madrid-Aranjuez, por ser uno de los edificios más altos de la ciudad en ese momento. Pero incluso antes de eso, ya se hablaba de ecos extraños en sus pasillos, de sombras que se movían entre los ventanales, y de una figura encapuchada que se asomaba desde la torreta en noches de tormenta.

Algunos visitantes aseguran que, al pasar por la calle del Codo, justo donde se encuentra la puerta más antigua de Madrid, se siente una presión en el pecho, como si el aire se volviera más denso. ¿Será el recuerdo del rey cautivo? ¿O los secretos que aún guarda la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, que ocupa hoy parte del edificio?

Un rincón medieval que no ha perdido su alma

La Torre de los Lujanes no es solo un monumento: es un testigo silencioso de conspiraciones, cautiverios y duelos. Su arquitectura conserva el alma de una época donde cada piedra tenía algo que contar. Si te acercas en silencio, puede que escuches el eco de una conversación olvidada… o el crujido de una puerta que nadie ha abierto.


Convento de San Plácido: posesiones, escándalos y una iglesia con alma barroca

Calle de San Roque, 9, Centro, Madrid 🕰️ Horario: Abre a las 10:30 a.m. (visitas guiadas disponibles) 💸 Precio: Gratuito (consulta disponibilidad)

Convento de San Plácido: posesiones, escándalos y una iglesia con alma barroca

El convento de las endemoniadas

Fundado en 1623 por la noble Teresa del Valle de la Cerda, el Convento de San Plácido fue concebido como un retiro espiritual para mujeres de alta alcurnia. Pero apenas cinco años después, en 1628, se convirtió en el epicentro de uno de los casos más inquietantes de posesión demoníaca en la historia de Madrid.

Según los registros inquisitoriales, más de veinte monjas y novicias comenzaron a mostrar comportamientos extraños: convulsiones, gritos, visiones, y un rechazo violento a los objetos religiosos. El capellán del convento fue acusado de practicar iluminismo, una corriente mística que buscaba la unión directa con Dios sin necesidad de intermediarios… y que la Inquisición consideraba herética.

Intrigas cortesanas y leyendas oscuras

El escándalo no solo fue religioso, sino político. El convento estaba vinculado al Conde-Duque de Olivares, primer ministro de Felipe IV, y a su secretario Jerónimo Villanueva, antiguo prometido de la fundadora. Las enemistades en la Corte aprovecharon el caso para desacreditar a Olivares, y la leyenda creció tanto que incluso se dijo que el propio rey Felipe IV había tenido un romance con una novicia poseída.

Aunque la Inquisición acabó absolviendo a los implicados, Teresa del Valle y Villanueva murieron calumniados y enclaustrados, y el convento quedó marcado por el escándalo. Desde entonces, se le conoce como el convento maldito de Malasaña, y algunos visitantes aseguran que en su iglesia aún se siente una presencia inquietante, especialmente bajo la cúpula encamonada.

Una joya barroca con frescos y secretos

La iglesia del convento, obra de Juan de Corpa y Fray Lorenzo de Nicolás, es una de las más bellas de Madrid. Su cúpula falsa de madera es una rareza arquitectónica, y sus frescos fueron pintados por Francisco Rizzi y Claudio Coello, dos maestros del barroco español. El Cristo de Velázquez que hoy cuelga en el Museo del Prado, estuvo aquí… como testigo silencioso de los susurros del pasado.


Catedral de Santa María la Real de la Almudena: secretos bajo tierra y ecos de la historia

Calle de Bailén, 10, Centro, Madrid 🕰️ Horario: Abre todos los días a las 10:00 a.m. 💸 Precio: Entrada gratuita a la catedral; acceso al museo y cripta desde 7 €

Catedral de Santa María la Real de la Almudena: secretos bajo tierra y ecos de la historia

Una catedral moderna con raíces muy antiguas

Aunque su fachada neoclásica y su interior gótico parecen recientes, la Catedral de la Almudena guarda bajo tierra una historia que se remonta al siglo IX. Justo donde hoy se alza el templo, se encontraba la antigua mezquita de Mayrit, y más tarde una iglesia medieval dedicada a la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid. La actual catedral fue consagrada en 1993 por el Papa Juan Pablo II, pero su construcción duró más de un siglo, y durante ese tiempo se descubrieron restos arqueológicos, criptas y túneles que aún hoy se pueden visitar.

La cripta: un laberinto de piedra y silencio

Bajo la catedral se extiende una cripta neorrománica que es, en realidad, una iglesia subterránea completa. Con más de 400 columnas, bóvedas de medio punto y capillas laterales, la cripta es uno de los espacios más sobrecogedores de Madrid. Allí descansan figuras históricas, como el arquitecto Francisco de Cubas, y se conservan restos de la muralla árabe que protegía la ciudad en el siglo IX.

La atmósfera es solemne, pero también inquietante: el silencio, la luz tenue y el eco de los pasos hacen que muchos visitantes describan una sensación de presencia, como si el pasado aún respirara entre los muros.

¿Fris fris? Sí, y con historia documentada

La cripta ha sido escenario de procesiones nocturnas, misas funerarias y vigilias, y algunos trabajadores aseguran haber sentido cambios de temperatura repentinos, ecos sin fuente aparente y una extraña sensación de ser observados. No hay leyendas de fantasmas como tal, pero el lugar tiene una carga emocional y simbólica que lo convierte en uno de los espacios más poderosos de la ciudad.


El Alamín: el pueblo fantasma que se resiste a desaparecer

Calle Ntra. Sra. de las Angustias, 9, Villa del Prado, Madrid 🕰️ Horario: Acceso libre (aunque vallado en parte) 💸 Precio: Gratuito (propiedad privada, se recomienda precaución)

El Alamín: el pueblo fantasma que se resiste a desaparecer

Un pueblo nacido del trabajo… y abandonado por el tiempo

A solo 60 km de Madrid, en plena comarca del Alberche, se encuentra El Alamín, un poblado que parece detenido en el tiempo. Fue fundado en 1957 por el Marqués de Comillas para alojar a los jornaleros de su finca agrícola. El diseño seguía el modelo de los pueblos de colonización franquistas: calles en cuadrícula, casas con patio trasero, plaza central con fuente, iglesia, escuela, peluquería, oficina de correos… todo pensado para una vida autosuficiente.

Durante décadas, más de 150 personas vivieron allí sin pagar alquiler, solo la luz. Cuando se jubilaban, dejaban la casa al siguiente trabajador. Pero con la pérdida de rentabilidad de la finca, el éxodo comenzó. Los últimos vecinos se marcharon en los años 90, y desde entonces, El Alamín quedó vacío, expuesto al vandalismo, la vegetación y… las leyendas.

¿Un pueblo maldito? Las sombras que lo habitan

Desde que quedó deshabitado, El Alamín ha sido escenario de todo tipo de historias. Se habla del fantasma del cura que deambula por la iglesia, de un pastor que apareció muerto junto a su rebaño, de móviles que pierden cobertura sin explicación, y de plantas tóxicas como el estramonio creciendo entre las ruinas, usada antiguamente en rituales de brujería.

Exploradores urbanos, grafiteros y amantes del espiritismo lo visitan con frecuencia, a pesar de las vallas, carteles de propiedad privada y advertencias sobre perros peligrosos. Algunos aseguran haber captado psicofonías, otros simplemente sienten una presión en el pecho al caminar entre los barracones abandonados.

Un lugar que fascina… pero que no perdona

Hoy, El Alamín es un esqueleto de pueblo, con casas derruidas, techos hundidos y calles tomadas por zarzas. La torre de la iglesia aún se mantiene en pie, con una bandera ondeando como último vestigio de vida. El guarda del lugar, cuya madre fue maestra en la escuela, vive allí solo, custodiando lo que queda.

Aunque el acceso está restringido, la leyenda sigue creciendo, y el pueblo se ha convertido en un destino para quienes buscan el fris fris auténtico: ese escalofrío que no sabes si viene del viento… o de algo que aún no se ha ido.


Convento de San Julián y San Antonio (La Cabrera): piedra, silencio y siglos de misterio

Sierra de La Cabrera, a 2 km del pueblo de La Cabrera, Madrid 🕰️ Horario: Visitas guiadas martes, jueves y sábados (11:00, 12:00, 16:00, 17:00); domingos y festivos solo a las 11:00 💸 Precio: Donativo voluntario (mínimo recomendado: 5 €)

Convento de San Julián y San Antonio (La Cabrera): piedra, silencio y siglos de misterio

Una joya románica colgada de la montaña

A más de 1.200 metros de altitud, en las laderas del Cancho Gordo, se alza el Convento de San Julián y San Antonio, también conocido como Convento de La Cabrera. Fundado en el siglo XI por orden del rey Alfonso VI, este monasterio fue parte de la estrategia de repoblación tras la conquista de Toledo. Su iglesia, de estilo románico puro, conserva cinco ábsides, tres naves y un crucero, una estructura insólita para su tamaño. ¿Por qué cinco ábsides? Porque en la Edad Media no se permitía celebrar más de una misa por altar al día… así que se construyeron cinco.

De gloria monástica a abandono y renacimiento

Durante siglos, el convento fue hogar de benedictinos y luego franciscanos, hasta que la invasión napoleónica lo convirtió en cuartel militar. Tras la Desamortización de Mendizábal, quedó abandonado y fue saqueado por vecinos y curiosos. En el siglo XX, el médico Carlos Jiménez Díaz lo compró y lo restauró con jardines, fuentes y terrazas. Pero tras su muerte, volvió a caer en el olvido… hasta que en 2004 fue recuperado por los Misioneros Identes, quienes hoy lo cuidan y ofrecen visitas guiadas.

Silencio, piedra y ecos de siglos

Aunque no hay fantasmas documentados, el lugar tiene una atmósfera poderosa. El silencio es casi absoluto, roto solo por el viento entre los robles. Las bóvedas de piedra, los capiteles toscos y la austeridad del templo crean una sensación de recogimiento que muchos describen como espiritual… o inquietante. Algunos visitantes aseguran haber sentido presencias suaves, como si el pasado aún caminara por el claustro.


Iglesia de San Pedro Apóstol de Polvoranca: el templo maldito entre lagunas

📍 Parque de Polvoranca, Leganés, Madrid 🕰️ Horario: Acceso libre todo el año 💸 Precio: Gratuito

Iglesia de San Pedro Apóstol de Polvoranca: el templo maldito entre lagunas

Ruinas que susurran desde el barroco

En medio de un descampado salpicado de lagunas, se alza la Iglesia de San Pedro Apóstol, único vestigio visible del antiguo pueblo de Polvoranca, hoy desaparecido. Construida en el siglo XVII por Juan Gómez de Mora y finalizada por José Villareal, esta iglesia barroca fue levantada sobre una antigua ermita medieval. Su ladrillo rojo, sus muros derruidos y su torre sin campanas la convierten en uno de los lugares más inquietantes de la Comunidad de Madrid.

Un pueblo maldito por el agua… y por la peste

Polvoranca fue habitado desde la Edad del Hierro, pero su esplendor llegó en la Edad Media. Sin embargo, sus lagunas —que en otro tiempo fueron fuente de vida— se convirtieron en focos de enfermedades. Brotes de peste y paludismo arrasaron la población en el siglo XIX, y los vecinos huyeron hacia Leganés. La iglesia quedó sola, rodeada de ruinas, y pronto comenzaron a surgir las leyendas.

Susurros, rituales y restos humanos

Se dice que cada 2 de noviembre, noche de difuntos, se escuchan llantos y voces entre los muros del templo. Algunos afirman que son las almas de los que murieron por la peste, atrapadas en la piedra. En 2005, durante un intento de restauración, se hallaron restos humanos en el subsuelo, lo que paralizó el proyecto. También circulan rumores sobre vasijas con oro escondidas en la cripta, y sobre rituales paganos y misas negras celebradas en el siglo XXI.

Una vecina llegó a usar la pila bautismal como lavadero, llevándosela a casa tras el abandono del templo. Hoy, la iglesia está incluida en la Lista Roja del Patrimonio por su estado ruinoso.

Un lugar para valientes… y para quien quiera escuchar el pasado

Visitar la iglesia de San Pedro Apóstol es caminar entre ruinas que aún guardan memoria. No hay retablos, ni imágenes, ni bancos… solo piedra, silencio y viento. Pero si te acercas en la noche adecuada, puede que te cuente algo que no está escrito.


Madrid no solo vibra con historia, arte y vida. También respira misterio. En sus plazas, conventos, pueblos abandonados y torres medievales, el tiempo parece haberse detenido… o haberse escondido. Esta ruta no es para turistas convencionales, sino para exploradores de lo invisible, para quienes saben que el verdadero viaje empieza cuando el mapa se vuelve borroso y el viento susurra algo que no estaba escrito.

Así que si alguna vez sientes que el aire cambia, que el silencio pesa o que una sombra te acompaña… tal vez estés en uno de estos lugares. Y tal vez, como Elena en las chimeneas, alguien te esté esperando.

En esta primera entrega hemos visitado 9 lugares reales que respiran leyenda… pero aún hay puertas por abrir. En el próximo capítulo, nos adentramos en hospitales olvidados, palacios que guardan ecos de otras vidas y conventos donde el tiempo se ha detenido.

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