
Reims, donde el champagne se arrodilla ante la piedra
Reims no es solo la capital del champagne: es una ciudad donde la historia se eleva en piedra, las burbujas se esconden bajo tierra y cada rincón susurra elegancia. Aquí, los emperadores eran coronados bajo las vidrieras de la catedral, mientras el vino más famoso del mundo fermentaba en silencio en las crayères.
Esta guía te invita a descubrir Reims desde todos sus ángulos:
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Monumentos que narran siglos de poder y espiritualidad
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Maisons de champagne que ofrecen catas entre galerías subterráneas
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Restaurantes donde el foie gras se sirve con cuvée
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Alojamientos con alma líquida, entre historia y terroir
Reims es piedra, burbuja y emoción. Y tú estás a punto de saborearla.

Reims se encuentra en el noreste de Francia, a unos 130 km de París, en el corazón de la región de Champagne, dentro del departamento de Marne. Su ubicación estratégica entre viñedos y rutas históricas la convierte en un punto clave tanto para el turismo cultural como enológico.
Situación geográfica de Reims
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Región: Gran Este (Grand Est)
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Departamento: Marne (n.º 51)
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Coordenadas: 49°15′55″N, 4°01′43″E
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Altitud: entre 74 y 137 metros sobre el nivel del mar
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Superficie: 46,9 km²
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Río: Vesle, afluente del Aisne, atraviesa la ciudad
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Distancia a París: 129–135 km al noreste (aprox. 45 minutos en TGV)
Conectividad y entorno
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Acceso rápido desde París gracias al tren de alta velocidad (TGV), lo que convierte a Reims en una escapada ideal de un día o un fin de semana.
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Rodeada de viñedos y conectada por carretera con Épernay, Châlons-en-Champagne y otros pueblos vitivinícolas.
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Canal Marne-Aisne y rutas verdes permiten explorar la región en bicicleta o a pie.

Reims es una ciudad con más de dos mil años de historia, conocida como “la ciudad de los reyes” por haber sido el lugar de coronación de casi todos los monarcas franceses. Su legado combina poder imperial, espiritualidad gótica y cultura del champagne.
De Durocortorum a capital espiritual de Francia
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Época romana: Reims fue fundada como Durocortorum, capital de la tribu gala de los remos. Bajo el Imperio Romano, se convirtió en una ciudad próspera con termas, templos y el arco de triunfo más ancho de la Antigüedad: la Porte de Mars.
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Cristianismo temprano: En el siglo V, el obispo San Remigio bautizó al rey Clodoveo, primer monarca cristiano de los francos. Este acto convirtió a Reims en símbolo de legitimidad divina para la monarquía francesa.
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Edad Media: Desde el siglo XI, la Catedral de Notre-Dame de Reims fue el escenario de las coronaciones reales. Construida entre 1211 y el siglo XIV, es una obra maestra del gótico francés, con más de 30 reyes coronados en su nave.
Guerras, destrucción y renacimiento
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Revolución Francesa: La ciudad perdió su papel ceremonial, pero mantuvo su importancia cultural y religiosa.
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Primera Guerra Mundial: Reims fue duramente bombardeada. La catedral sufrió graves daños, lo que convirtió su restauración en símbolo de paz y reconstrucción.
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Segunda Guerra Mundial: En 1945, el general alemán Jodl firmó la rendición ante los Aliados en la Escuela Militar de Reims, marcando el fin de la guerra en Europa.

Champagne y modernidad
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En el siglo XIX, Reims se consolidó como centro de producción de champagne, con maisons como Ruinart, Pommery y Taittinger estableciendo sus crayères (galerías subterráneas) en la ciudad.
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Hoy, Reims es una ciudad vibrante que combina patrimonio, arte contemporáneo, gastronomía y experiencias enológicas, atrayendo a viajeros de todo el mundo.
Catedral de Notre-Dame de Reims

La Catedral de Notre-Dame de Reims es una joya del arte gótico francés, famosa por ser el lugar de coronación de los reyes de Francia. Su historia, arquitectura y simbolismo la convierten en una visita imprescindible en la región de Champagne.
Historia de la Catedral de Notre-Dame de Reims
La Catedral de Reims no es solo una obra maestra del gótico francés, sino también un lugar profundamente ligado a la historia de Francia. Su construcción comenzó en 1211, después de que un incendio destruyera la iglesia anterior que ocupaba el mismo lugar. Desde el principio, se concibió como un edificio monumental, digno de albergar las coronaciones de los reyes franceses.
Y así fue: durante más de ocho siglos, 33 monarcas fueron coronados en esta catedral, empezando por Luis VIII en 1223. El ritual era solemne y simbólico: el rey era ungido con el Santo Crisma en la Catedral de Reims, lo que le confería legitimidad divina. Este vínculo con la monarquía convirtió a la catedral en un símbolo nacional.

Durante la Primera Guerra Mundial, la catedral sufrió graves daños por los bombardeos alemanes. Las llamas destruyeron parte del techo y muchas esculturas quedaron mutiladas. La reconstrucción fue larga y compleja, pero contó con el apoyo de figuras internacionales, como el magnate estadounidense John D. Rockefeller, que financió parte de la restauración.
Hoy, la catedral sigue siendo un lugar de culto, pero también un espacio de memoria, arte y encuentro. En 1991 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, junto con el Palacio de Tau y la Abadía de Saint-Remi, completando así el triángulo histórico de Reims.

Arquitectura
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Estilo: Gótico radiante, con una fachada monumental y una unidad estilística excepcional.
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Dimensiones: 81 metros de altura y más de 6.600 m² de superficie.
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Estatuaria: Alberga más de 2.300 esculturas, incluyendo el famoso Ángel sonriente, símbolo de Reims.
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Vidrieras: Destacan las modernas diseñadas por Marc Chagall, que conviven con las medievales originales.
Curiosidades
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Luz y armonía: Es una de las catedrales más luminosas de Europa gracias a sus grandes aberturas y vidrieras.
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Subsuelo de tiza: La misma piedra que da carácter al champagne se usó en su construcción.
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Patrimonio UNESCO: Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1991, junto con el Palacio de Tau y la Abadía de Saint-Remi.

Horarios de visita
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Abierta todos los días:
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Lunes a sábado: 7:30 a 19:30 h
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Domingo: 8:00 a 19:30 h
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Última entrada recomendada: 30 minutos antes del cierre.
Precios
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Entrada general: Gratuita para la nave principal.
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Visitas guiadas (torres, criptas, espacios superiores):
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Desde 14–15 € por persona
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Duración: 1h 30min
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Incluye guía oficial y acceso a zonas restringidas.
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Más información
Puedes consultar detalles actualizados en el sitio oficial de Reims Tourisme
Palacio de Tau – Reims
Donde los reyes se vestían de gloria

Apenas unos pasos separan la majestuosa catedral de Reims del Palacio de Tau, pero al cruzar su umbral, el tiempo parece detenerse. Aquí, entre muros de piedra dorada y salones de techos altos, los reyes de Francia se preparaban para su momento más sagrado: la coronación. El palacio, que debe su nombre a su planta en forma de letra griega “tau” (Τ), fue mucho más que una residencia arzobispal. Fue el escenario íntimo de la transformación de un hombre en monarca, el lugar donde se vestía con las insignias reales, donde se recogía en oración antes de enfrentarse al altar de la catedral, y donde, tras la ceremonia, celebraba fastuosos banquetes con la nobleza.

Hoy, el Palacio de Tau es un museo que guarda los secretos de siglos de historia, desde tapices flamencos que narran la vida de Clodoveo hasta esculturas originales de la catedral que sobrevivieron a guerras y revoluciones. Caminar por sus salas es escuchar el eco de los pasos de Carlos VII, de Luis XV, de todos aquellos que alguna vez fueron ungidos con el Santo Crisma.
Curiosidades
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26 reyes de Francia fueron coronados en Reims, y todos pasaron por este palacio.
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El Santo Crisma, el aceite sagrado usado en las coronaciones, se guardaba en una paloma de oro macizo que se decía enviada del cielo.
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La Sala del Banquete aún conserva el esplendor de las celebraciones reales, con vajillas, tronos y tapices originales.
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Arquitectura híbrida: combina elementos góticos y clásicos, reflejando las múltiples reformas desde el siglo XV hasta el XVIII.
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Sobreviviente del fuego: fue gravemente dañado durante la Primera Guerra Mundial, pero restaurado con esmero en el siglo XX.

Recomendaciones para la visita al Palacio de Tau
1. Empieza por la Catedral
Antes de entrar al palacio, dedica un momento a contemplar la fachada de la catedral desde el patio compartido. Así entenderás mejor la conexión simbólica entre ambos edificios: uno espiritual, otro ceremonial.
2. Imagina el ritual real
En la sala del tesoro, detente frente a la paloma del Santo Crisma. Cierra los ojos e imagina el silencio solemne del arzobispo ungiendo al nuevo rey. .
3. Busca los rostros del pasado
En las esculturas originales de la catedral, muchas conservadas aquí, fíjate en los gestos: algunos ángeles sonríen, otros parecen tristes. Puedes jugar a interpretar sus emociones como si fueran testigos de siglos de historia.
4. Fotografía con intención
El salón del banquete ofrece una luz suave ideal para capturar detalles. Recomiendo llevar un objetivo luminoso si usas cámara, o aprovechar la luz lateral si usas móvil. Ideal para una publicación con tono ceremonial.
5. Consulta la agenda cultural
El palacio acoge exposiciones temporales y conciertos. Si coincide con tu visita, puede ser una forma de conectar el pasado con el presente artístico de Reims.
6. Tómate un café con vistas
Justo al salir, hay terrazas con vistas a la catedral. Perfectas para escribir notas, grabar una reflexión o simplemente dejar que el lugar decante en ti.
Horarios
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Abierto de martes a domingo
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De 10:00 a 13:00 y de 14:00 a 18:30
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Cerrado los lunes, el 1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre
Precios
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Entrada general: 8 €
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Reducida: 6 €
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Gratis: menores de 18 años, ciudadanos de la UE entre 18 y 25 años, y el primer domingo de cada mes (de noviembre a marzo)
Basílica de Saint-Remi
Donde la fe se hizo historia

Mucho antes de que la catedral de Reims coronara reyes, la Basílica de Saint-Remi ya era un lugar sagrado. Fundada en el siglo XI sobre la tumba de San Remigio, el obispo que bautizó al rey Clodoveo, este templo románico-gótico guarda una atmósfera de recogimiento que contrasta con la monumentalidad de Notre-Dame. Sus muros de piedra gris parecen susurrar oraciones antiguas, y su nave central, larga y serena, invita al silencio.
Aquí no hay multitudes ni flashes, solo la luz tamizada por vitrales y el eco de pasos sobre siglos de historia. La basílica fue durante siglos lugar de peregrinación, y aún hoy conserva reliquias, frescos y una cripta que parece suspendida en el tiempo. Es el corazón espiritual de Reims, donde la historia de Francia se entrelaza con la fe.

Curiosidades
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San Remigio (tumba de San Remigio en la imagen superior) bautizó a Clodoveo en el año 496, marcando el inicio de la monarquía cristiana en Francia.
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La basílica es uno de los ejemplos más antiguos de arquitectura románica en la región.
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El museo conserva un sarcófago merovingio del siglo VI y mosaicos romanos encontrados en Reims.
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Inscripciones medievales en latín aún se leen en los muros del antiguo monasterio.
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Durante la Primera Guerra Mundial, la basílica fue gravemente dañada, pero restaurada con fidelidad.
Horarios
Basílica de Saint-Remi
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Todos los días: 9:00 – 18:00
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Entrada libre
Museo Saint-Remi
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Martes a domingo: 10:00 – 12:00 y 14:00 – 18:00
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Cerrado los lunes y festivos
Precios (Museo Saint-Remi)
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Entrada general: 5 €
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Reducida: 3 €
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Gratuita: menores de 18 años, ciudadanos UE entre 18 y 25 años, primer domingo del mes (nov-marzo)
Museo Saint-Remi

Anexo a la basílica, el Museo Saint-Remi ocupa la antigua abadía benedictina. Sus salas recorren la historia de Reims desde la época galorromana hasta la Edad Media, con una colección que sorprende por su riqueza y variedad. Mosaicos, armas merovingias, esculturas funerarias, objetos litúrgicos… cada pieza parece contar una historia olvidada.
El edificio en sí es una joya: claustros silenciosos, escaleras de piedra, techos abovedados. Es uno de esos museos que no solo se visitan, sino que se habitan.
Puerta de Marte
El arco que sobrevivió a los siglos

En medio del bullicio moderno de Reims, entre avenidas y tranvías, se alza un vestigio que parece fuera de lugar: la Puerta de Marte, un arco romano del siglo III que ha resistido guerras, revoluciones y reconstrucciones. No es solo una ruina: es un testigo. Cuando Reims era Durocortorum, capital de la provincia romana de la Galia Bélgica, esta puerta marcaba la entrada monumental a la ciudad.
Su nombre, aunque evocador, no tiene relación directa con el dios de la guerra. Se cree que fue bautizada así por su cercanía a un antiguo templo dedicado a Marte. El arco, de más de 30 metros de largo, es el más ancho del mundo romano conservado, y sus tres pasajes están decorados con relieves que narran escenas mitológicas, agrícolas y militares. Aunque erosionados por el tiempo, aún se distinguen ninfas, dioses y soldados, como si el mármol quisiera seguir contando su historia.
Curiosidades
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Construido en el siglo III, cuando Reims era una ciudad romana próspera.
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El arco más ancho del mundo romano: más de 30 metros de largo.
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Relieves mitológicos: se pueden ver representaciones de ninfas, Marte, y escenas de cosecha.
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Sobrevivió a la Edad Media, cuando fue integrado en las murallas de la ciudad.
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Descubierto en el siglo XIX, tras la demolición de las fortificaciones medievales.
Hôtel Le Vergeur – Maison Hugues Krafft
Una casa que guarda el alma de Reims

En pleno corazón del casco antiguo de Reims, entre callejuelas adoquinadas y plazas con memoria, se alza el Hôtel Le Vergeur, una mansión que parece detenida en el tiempo. Su fachada gótica-renacentista, con ventanas en arco y tejados puntiagudos, invita a cruzar el umbral hacia otra época. Esta casa no fue un hotel, sino la residencia de Nicolas Le Vergeur, un influyente comerciante del siglo XVI que la transformó en símbolo de estatus y refinamiento.
Durante siglos, el edificio pasó por varias manos hasta que, a principios del siglo XX, fue adquirido por Hugues Krafft, fotógrafo, viajero y apasionado del patrimonio. Krafft no solo restauró la casa con mimo, sino que la llenó de arte, objetos exóticos y grabados originales de Durero. A su muerte, legó la propiedad y su colección a la Société des Amis du Vieux Reims, que la convirtió en museo para preservar la memoria de la ciudad.
Hoy, el Hôtel Le Vergeur es un museo íntimo y encantador, donde cada sala cuenta una historia: la vida de la burguesía, los viajes de Krafft, la evolución de Reims antes y después de las guerras. Es uno de esos lugares donde el visitante se siente huésped, no turista.

Curiosidades
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Grabados originales de Durero: entre ellos, la serie completa del Apocalipsis y La Gran Pasión.
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Objetos de viaje: Krafft trajo piezas de Asia, Oriente Medio y África, creando una colección ecléctica y personal.
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Salones preservados: los interiores reflejan el estilo de vida de la alta burguesía del siglo XIX.
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Arquitectura híbrida: mezcla elementos del gótico flamígero y el Renacimiento francés.
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Superviviente de la guerra: el edificio fue dañado en la Primera Guerra Mundial, pero restaurado con fidelidad.
Horarios de visita
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Martes a domingo: de 14:00 a 18:00
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Cerrado los lunes y los días festivos (1 de enero, 1 de mayo, 1 de noviembre, 25 de diciembre)
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Visitas guiadas a horas fijas: 14:00, 15:00, 16:00 y 17:00
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Duración media: 1 hora
Precios
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Entrada general: 5 €
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Reducida (18–25 años y mayores de 65): 3 €
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Gratuita para:
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Menores de 18 años
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Estudiantes menores de 25 años (con acreditación)
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Personas con discapacidad y acompañantes
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Desempleados, titulares del RSA
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Miembros de la Société des Amis du Vieux Reims
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Primer domingo del mes (de noviembre a marzo)
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Museo de Bellas Artes de Reims
Un paseo por la luz, el color y la memoria

A solo unos pasos de la catedral, en un antiguo convento del siglo XVIII, se encuentra el Musée des Beaux-Arts de Reims, un remanso de calma y belleza donde la historia del arte europeo se despliega en silencio. Sus salas, bañadas por una luz suave, invitan a un recorrido íntimo por cinco siglos de creación: desde los primitivos flamencos hasta los paisajes impresionistas, pasando por el neoclasicismo, el simbolismo y las vanguardias.
La colección sorprende por su riqueza y equilibrio. Aquí no hay multitudes ni ruido, solo el diálogo entre obras de Corot, Monet, Renoir, Gauguin, Delacroix, Ingres y artistas menos conocidos que merecen ser descubiertos. Una de las joyas del museo es la serie de tapices de la Historia de Artemisa, encargada por María de Médici en el siglo XVII, que combina poder femenino, mitología y política.
El museo también acoge exposiciones temporales, instalaciones contemporáneas y actividades para todos los públicos. Es un lugar perfecto para detener el tiempo, respirar arte y dejar que los colores hablen.

Curiosidades
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Más de 3.000 obras en colección permanente, desde el siglo XVI hasta el XX.
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Tapices de Artemisa: una serie de ocho piezas monumentales tejidas en los Gobelinos.
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Ubicación histórica: antiguo convento de los Agustinos, restaurado tras la Primera Guerra Mundial.
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Foco en el paisaje francés, con obras de la Escuela de Barbizon y los impresionistas.
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Exposiciones temporales de arte moderno y contemporáneo, en diálogo con la colección clásica.
Horarios
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Miércoles a lunes: de 10:00 a 18:00
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Martes: cerrado
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Última entrada: 30 minutos antes del cierre
Precios
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Entrada general: 5 €
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Reducida: 3 € (estudiantes, mayores de 65, etc.)
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Gratuita para:
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Menores de 18 años
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Ciudadanos de la UE entre 18 y 25 años
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Primer domingo del mes (de noviembre a marzo)
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Personas con discapacidad y acompañantes
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Biblioteca Carnegie – Reims
Donde la reconstrucción se volvió arte

Tras la devastación de la Primera Guerra Mundial, Reims no solo reconstruyó sus muros: reconstruyó su alma. En ese renacer, la Biblioteca Carnegie se convirtió en símbolo de esperanza y belleza. Financiada por el filántropo estadounidense Andrew Carnegie, forma parte de su red de bibliotecas públicas donadas por todo el mundo para fomentar el acceso libre al conocimiento.
Inaugurada en 1928, esta joya del Art Déco deslumbra por su equilibrio entre funcionalidad y estética. Su fachada de piedra clara, sus puertas de hierro forjado y sus vidrieras geométricas invitan a entrar en un espacio donde el silencio es elegante. El interior conserva mobiliario original, lámparas de época y detalles ornamentales que hacen de la lectura una experiencia sensorial.
Aunque sigue funcionando como biblioteca pública, el edificio es también un lugar de visita para amantes de la arquitectura, el diseño y la historia. Es un rincón perfecto para descansar entre visitas, escribir postales o simplemente contemplar cómo la cultura se abre paso entre las ruinas.

Curiosidades
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Estilo Art Déco: uno de los mejores ejemplos en Francia, con vidrieras, mármoles y hierro forjado.
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Donación de Andrew Carnegie, que financió más de 2.500 bibliotecas en todo el mundo.
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Mobiliario original: mesas, sillas y lámparas diseñadas para armonizar con el edificio.
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Símbolo de paz y reconstrucción tras la Primera Guerra Mundial.
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Exposiciones temporales sobre patrimonio, diseño y literatura.
Horarios
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Lunes a viernes: de 10:00 a 18:00
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Sábados: de 10:00 a 17:00
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Domingos: cerrado
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Entrada libre, también para visitantes no residentes
Place Royale
Donde la ciudad rinde homenaje a su historia

Construida en 1757, la Place Royale es un ejemplo perfecto de urbanismo clásico francés. Su trazado simétrico, sus fachadas de piedra dorada y sus arcadas elegantes evocan la grandeza del siglo XVIII. En el centro se alza una estatua de Luis XV, erigida como símbolo de la monarquía y del vínculo entre Reims y la corona francesa. No en vano, esta ciudad fue durante siglos el lugar de coronación de los reyes de Francia.
La plaza está rodeada de edificios históricos y ofrece una atmósfera tranquila, ideal para una pausa contemplativa o una foto con sabor a historia. Es un lugar para imaginar carruajes, desfiles y ecos de trompetas reales.
Place Drouet d’Erlon
El salón urbano donde Reims se encuentra a sí misma

A solo unos pasos de la estación de tren, la Place Drouet d’Erlon es el corazón vibrante de la Reims contemporánea. Esta amplia avenida peatonal, flanqueada por árboles y terrazas, está siempre viva: cafés, brasseries, tiendas, heladerías y músicos callejeros crean una atmósfera animada y acogedora.
En el centro se alza la Fontaine Subé, coronada por una estatua dorada de la Victoria Alada, símbolo de la resiliencia de la ciudad tras la Primera Guerra Mundial. Es el lugar perfecto para terminar el día con una copa de champán al aire libre, observar el ir y venir de los locales y sentir el latido actual de Reims.
Chapelle Foujita – Reims
Un templo de luz entre Oriente y Occidente

En un jardín discreto del barrio de Courlancy, lejos del bullicio de la catedral y las maisons, se alza una capilla que parece susurrar en lugar de hablar. La Chapelle Foujita, consagrada en 1966, es una obra total: arquitectura, pintura, espiritualidad y biografía entrelazadas en un espacio íntimo y conmovedor.
Fue concebida por el artista japonés Léonard Tsuguharu Foujita, figura clave de la Escuela de París, tras su conversión al cristianismo. A los 80 años, Foujita diseñó cada detalle: desde los planos del edificio hasta los frescos, vitrales, mobiliario y cerámicas. El resultado es una capilla de líneas puras y alma mestiza, donde el arte sacro occidental se funde con la sensibilidad japonesa.
En el interior, los frescos narran escenas bíblicas con rostros de amigos del artista, animales delicadamente trazados y una paleta de tonos suaves. La luz entra tamizada por vitrales de colores pastel, creando una atmósfera de recogimiento y belleza serena. Foujita está enterrado allí, junto a su esposa Kimiyo, en una tumba sencilla que mira hacia su obra más íntima.

Curiosidades
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Frescos pintados en solo tres meses, con técnica al temple sobre yeso húmedo.
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Autorretrato escondido entre los personajes bíblicos.
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Sincretismo artístico: mezcla de simbolismo cristiano y estética japonesa.
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Clasificada como Monumento Histórico desde 1992.
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Tumba de Foujita y su esposa, en el jardín de la capilla.
Horarios
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Abril a octubre: todos los días de 10:00 a 12:00 y de 14:00 a 18:00
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Noviembre a marzo: cerrada al público
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Visitas libres o guiadas (en francés e inglés)
Precios
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Entrada general: 5 €
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Reducida: 3 €
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Gratuita para menores de 18 años y estudiantes de la UE
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Incluida en el Pass Reims City Card
Tours recomendados en Reims
Para cerrar la visita con guía, historia y emoción
Maisons de Champagne y sus Crayères
En Reims y Épernay, el champán no solo se bebe: se recorre, se escucha, se contempla. Las grandes maisons han convertido sus bodegas subterráneas —las legendarias crayères— en templos del saber hacer, donde tradición, arquitectura y arte contemporáneo se entrelazan. Cada casa ofrece una experiencia distinta: algunas son íntimas y sensoriales, otras grandiosas y teatrales. Pero todas comparten un mismo latido: el de millones de botellas que reposan en la penumbra, esperando su momento de luz.
Crayères: la catedral blanca bajo tierra
Donde la piedra se convirtió en vino

Mucho antes de que el champán burbujeara en las copas de reyes y poetas, Reims ya escondía un secreto bajo sus pies. En la época del Imperio romano, los habitantes de Durocortorum excavaban la tierra para extraer tiza blanca, una piedra caliza blanda y porosa, ideal para construir templos, termas y murallas. Así nacieron las crayères, canteras subterráneas que se extendieron como raíces bajo la ciudad.
Durante siglos, estas galerías quedaron en silencio, olvidadas por la historia… hasta que, en el siglo XVIII, los productores de champán descubrieron su potencial. La tiza mantenía una temperatura constante de 11 °C, una humedad perfecta del 90%, y una oscuridad total: el entorno ideal para la segunda fermentación y el envejecimiento del vino espumoso.
Desde entonces, las crayères se convirtieron en el corazón oculto del champán. Algunas se extienden por más de 20 kilómetros, con techos de hasta 30 metros de altura, como catedrales invertidas. En sus muros aún se pueden ver inscripciones de soldados refugiados durante la Primera Guerra Mundial, marcas de canteros medievales y, en algunas casas, instalaciones de arte contemporáneo que dialogan con la piedra milenaria.

Curiosidades sobre las Crayères
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Origen romano: excavadas hace más de 2.000 años para construir la antigua Reims.
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Condiciones ideales: 11 °C constantes y 90% de humedad, sin necesidad de climatización artificial.
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Uso vinícola desde el siglo XVIII, cuando el champán comenzó a desarrollarse como bebida de prestigio.
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Espacios artísticos: algunas maisons como Pommery o Ruinart las han convertido en galerías de arte subterráneo.
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Refugios de guerra: durante la Primera Guerra Mundial, sirvieron de refugio para civiles y soldados.
Maison Ruinart – Reims

Fundada en 1729, Ruinart es la maison de champán más antigua del mundo. Su historia comienza con un monje visionario, Dom Thierry Ruinart, y continúa bajo tierra, en un laberinto de 8 km de crayères a casi 40 metros de profundidad. Estas galerías, inmaculadamente blancas, están inscritas como Patrimonio Mundial de la UNESCO y clasificadas como monumento histórico.
La visita es una experiencia sensorial y estética: se desciende por escaleras de piedra hasta un mundo de silencio y geometría, donde las botellas reposan alineadas como partituras. Ruinart ha sabido combinar su legado con una apuesta por el arte contemporáneo, convirtiendo sus espacios en galerías vivas.
Curiosidades
- Colaboraciones artísticas: cada año, la maison invita a artistas internacionales a reinterpretar su universo.
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Cuvée icónica: Blanc de Blancs, elaborado 100% con chardonnay.
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Primera en comercializar champán por correspondencia, en 1768.

Horarios
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Visitas guiadas con reserva previa
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Duración: 1h 30 aprox.
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Idiomas disponibles: francés e inglés
Precios
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Visita + degustación de 2 cuvées: desde 75 €
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Visita artística + cata vertical: hasta 120 €
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Mayores de 18 años únicamente
Vranken-Pommery – Reims

Si el champán es una celebración, Vranken-Pommery es su escenario más teatral. Fundada en 1858 por Louise Pommery, esta maison rompió moldes desde el principio: fue la primera en apostar por el champán seco, en una época en que lo dulce dominaba las mesas europeas. Pero su legado va más allá del vino. El edificio principal, de estilo neogótico inglés, parece sacado de un cuento victoriano, con torres, vitrales y jardines que evocan una finca aristocrática.
El verdadero espectáculo comienza al descender a las crayères, un laberinto de galerías excavadas en la tiza que se extiende por más de 18 kilómetros. Aquí, entre millones de botellas alineadas como soldados en formación, se despliegan instalaciones de arte contemporáneo que cambian cada temporada. Esculturas, luces, sonidos… cada obra dialoga con la piedra milenaria y con el silencio que envuelve al champán en su lenta maduración.
La visita a Vranken-Pommery es una experiencia multisensorial: historia, arquitectura, vino y arte se entrelazan en un recorrido que sorprende y emociona.

Curiosidades
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Louise Pommery, viuda visionaria, transformó la maison en símbolo de elegancia y modernidad.
- Artistas internacionales exponen obras efímeras en las galerías subterráneas.
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El edificio principal imita una mansión inglesa, con salones de época y jardines geométricos.
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Cuvée Louise es su champán más emblemático, homenaje a su fundadora.
Horarios
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Todos los días: de 10:00 a 18:00
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Visitas guiadas cada hora
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Duración media: 1h 30
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Idiomas disponibles: francés, inglés, español
Precios
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Visita clásica + degustación: desde 26 €
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Visita artística + cata premium: hasta 50 €
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Gratuita para menores de edad (sin degustación)
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Reserva recomendada, especialmente en temporada alta
Maison Taittinger – Reims

En Reims, cada maison tiene su alma. La de Taittinger es serena, elegante y profundamente enraizada en la historia. Fundada en 1932, esta casa familiar ha sabido preservar el arte de la vinificación con una sensibilidad especial. Su sede se levanta sobre los restos de la antigua abadía de Saint-Nicaise, destruida durante la Revolución Francesa, pero aún viva bajo tierra.
Descender a las crayères de Taittinger es como entrar en un claustro subterráneo. Las galerías, excavadas por los romanos y reutilizadas por los monjes benedictinos en el siglo XIII, conservan una atmósfera de recogimiento. Aquí, entre muros de tiza blanca, millones de botellas reposan en silencio, siguiendo el ritmo lento de la segunda fermentación. La visita combina historia, espiritualidad y técnica, con una degustación final que revela la delicadeza de sus cuvées.

Curiosidades
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Construida sobre una abadía medieval, cuyos restos aún se pueden ver en la visita.
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Crayères romanas reutilizadas por monjes en el siglo XIII para almacenar vino.
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Cuvée Prestige y Comtes de Champagne son sus etiquetas más reconocidas.
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Inscripciones medievales aún visibles en las galerías subterráneas.
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Empresa familiar, dirigida por Pierre-Emmanuel Taittinger hasta 2020.
Horarios
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Lunes a sábado: de 9:30 a 17:30
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Domingos: cerrado
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Visitas guiadas cada hora
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Duración media: 1h 15
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Idiomas disponibles: francés, inglés, español
Precios
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Visita clásica + degustación de 1 cuvée: desde 26 €
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Visita premium + degustación de 3 cuvées: hasta 50 €
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Gratuita para menores de edad (sin cata)
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Reserva recomendada, especialmente en temporada alta
Moët & Chandon – Épernay

En el corazón de la Avenue de Champagne, Moët & Chandon se alza como un palacio del placer. Fundada en 1743, esta maison ha sido sinónimo de elegancia, celebración y excelencia durante más de dos siglos. Sus muros han acogido a personajes como Napoleón Bonaparte, Marilyn Monroe, Roger Federer y Andy Warhol, todos seducidos por su joie de vivre embotellada.
La visita comienza en sus salones neoclásicos, donde se narra la historia de la maison y su vínculo con la familia imperial. Luego se desciende a las crayères, un laberinto de más de 28 kilómetros de galerías excavadas en la tiza, donde millones de botellas reposan en silencio. La experiencia culmina con una degustación de sus cuvées más emblemáticas, como el Moët Impérial o el prestigioso Dom Pérignon, elaborado en una finca aparte pero gestionado por la misma maison.

Curiosidades
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Fundada en 1743 por Claude Moët, comerciante visionario.
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Dom Pérignon es su cuvée de lujo, elaborada en Hautvillers pero bajo gestión Moët.
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Napoleón visitó la maison en varias ocasiones y popularizó el brindis con sable.
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Las crayères se extienden por más de 28 km bajo tierra.
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Moët Impérial fue creado en honor a la familia Bonaparte.
Horarios
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Todos los días: de 9:30 a 17:00
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Visitas guiadas: en francés e inglés
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Duración media: 1h 30
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Reserva obligatoria, especialmente en temporada alta
Precios
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Visita clásica + degustación: desde 62 €
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Visita premium + cata de Dom Pérignon: hasta 80 €
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Vinos en tienda: entre 36 € y 60 €
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Idiomas disponibles: francés, inglés
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Se aceptan perros, hay zona infantil y picnic
Maison Mercier – Épernay
El champán que viaja en tren subterráneo

Si Moët & Chandon es la aristocracia del champán, Mercier es su espíritu popular y audaz. Fundada en 1858 por Eugène Mercier, esta maison revolucionó el mundo del vino espumoso con una visión clara: hacer del champán una bebida para todos, no solo para reyes. Su lema era claro y provocador: “El champán de los tiempos modernos”.
La visita a Mercier es una experiencia única: comienza con una proyección inmersiva que narra la historia de la maison y continúa con un viaje en tren eléctrico por sus 18 kilómetros de crayères, decoradas con relieves monumentales y esculturas talladas directamente en la tiza. Es una de las pocas casas que permite recorrer sus galerías sobre raíles, lo que la convierte en una opción ideal para familias, personas con movilidad reducida o viajeros que buscan una experiencia diferente.

Curiosidades
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Tren subterráneo: pionera en ofrecer visitas guiadas sobre raíles eléctricos.
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Barril gigante: en la Exposición Universal de París de 1889, Eugène Mercier presentó un tonel de champán de 20 toneladas, arrastrado por 24 bueyes.
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Cineasta visionario: Mercier fue uno de los primeros en usar el cine como herramienta publicitaria, colaborando con los hermanos Lumière.
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Crayères decoradas: algunas galerías están esculpidas con bajorrelieves que narran la historia del champán.
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Enfoque familiar: visitas adaptadas para todos los públicos, con un tono lúdico y accesible.
Horarios
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Todos los días: de 9:30 a 11:30 y de 14:00 a 16:30
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Visitas guiadas en francés, inglés, alemán y español
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Duración media: 1h 15
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Reserva recomendada, especialmente en fines de semana y temporada alta
Precios
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Visita en tren + degustación de 1 copa: desde 20 €
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Visita + degustación de 3 cuvées: desde 30 €
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Gratuita para menores de edad (sin cata)
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Tienda y boutique abierta al público sin entrada
Dom Pérignon – Hautvillers

En lo alto de una colina, entre viñedos que parecen flotar sobre el valle del Marne, se encuentra Hautvillers, un pequeño pueblo que guarda uno de los secretos mejor conservados del champán: la tumba de Dom Pierre Pérignon, el monje benedictino que, según la leyenda, “bebió las estrellas”.
Aunque la historia real es más compleja —Dom Pérignon no inventó el champán, pero sí perfeccionó su elaboración—, su legado vive en cada botella que lleva su nombre. Dom Pérignon es hoy la cuvée de prestigio de Moët & Chandon, elaborada únicamente en añadas excepcionales y envejecida durante al menos ocho años en las profundidades de las crayères.
La visita a Dom Pérignon es exclusiva y por invitación o reserva privada, y se realiza en la Abbaye d’Hautvillers, donde el monje vivió y trabajó en el siglo XVII. Es una experiencia íntima, casi espiritual, que combina historia, paisaje y una cata silenciosa de uno de los champanes más refinados del mundo.

Curiosidades
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Dom Pierre Pérignon fue celador de la bodega de la abadía de Hautvillers entre 1668 y 1715.
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Solo se elabora en añadas excepcionales, con uvas 100% de un solo año.
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Primera añada comercializada: 1921, lanzada en 1936.
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Leyenda de las estrellas: atribuida a una frase apócrifa del monje al probar el vino espumoso.
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Diseño icónico: la botella conserva una silueta medieval y una etiqueta en forma de escudo.
Horarios
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Visitas privadas únicamente con reserva previa
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Duración: 2h aprox.
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Idiomas disponibles: francés e inglés
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Ubicación: Abbaye d’Hautvillers, a 5 km de Épernay
Precios
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Experiencia Dom Pérignon + cata vertical: desde 250 €
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Incluye visita a la abadía, jardines y degustación de varias añadas
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Solo para mayores de 18 años
Reims en el paladar
Donde el champán encuentra su bocado

Después de recorrer crayères silenciosas y brindar en salones dorados, el cuerpo pide reposo… y el alma, sabor. Reims, además de ser la cuna del champán, es también un festín para los sentidos. Su cocina, como su vino, equilibra tradición y audacia, nobleza y cercanía.
Aquí, los productos del norte de Francia se visten de gala: el jamón de Reims, con su capa de pan rallado y especias; el boudin blanc de Rethel, suave y aromático; los quesos de la región de Marne, como el Chaource o el Langres, que maridan a la perfección con una copa de brut. Y para los golosos, los biscuits roses de Reims, esos pequeños dulces rosados que se sumergen en el champán como si fueran pétalos.
La ciudad ofrece desde bistrós familiares hasta restaurantes con estrellas Michelin, pasando por terrazas animadas en la Place Drouet d’Erlon y salones históricos donde cada plato cuenta una historia. Comer en Reims no es solo alimentarse: es prolongar la celebración, dejar que el vino encuentre su eco en la cocina, y brindar —una vez más— por el arte de vivir.
Nombre | Tipo | Especialidad | Ambiente | Precio aprox. |
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Le Millénaire ⭐ | Alta gastronomía | Cocina francesa moderna | Elegante, íntimo | €€€€ |
Le Parc – Domaine Les Crayères ⭐⭐ | Alta gastronomía | Menú degustación con maridaje | Palaciego, refinado | €€€€ |
Le Crypto | Bistronomía | Platos creativos de temporada | Moderno, acogedor | €€€ |
L’Alambic | Bistró tradicional | Cocina regional y vinos locales | Rústico, cálido | €€ |
Le Bocal | Bistró de mariscos | Ostras, ceviches, pescados frescos | Informal, fresco | €€ |
Café du Palais | Brasserie artística | Platos clásicos, postres caseros | Bohemio, ecléctico | €€ |
Racine | Fusión franco-japonesa | Degustación creativa | Minimalista, sensorial | €€€ |
Dormir entre crayères y catedrales
Después de un día entre vidrieras góticas, crayères silenciosas y burbujas doradas, Reims invita al descanso. Pero aquí, dormir no es solo reponer fuerzas: es prolongar la experiencia. Ya sea en un palacio rodeado de jardines, en un hotel boutique frente a la catedral o en un bistró-hotel con alma bohemia, cada noche en Reims puede ser una escena más del viaje.
Los alojamientos en esta ciudad no son meros refugios: son parte del relato. Algunos te envuelven en terciopelo y mármol, otros te ofrecen una copa de bienvenida en una terraza animada. Todos, a su manera, te susurran que el viaje continúa incluso con los ojos cerrados.
Para quienes buscan lujo y legado
Domaine Les Crayères *****
Ideal si quieres sentirte parte de la aristocracia del champán. Jardines privados, servicio impecable y un restaurante con dos estrellas Michelin.
Para los que valoran diseño y ubicación
La Caserne Chanzy Hotel & Spa
Frente a la catedral, con spa, interiores contemporáneos y una atmósfera elegante pero accesible. Perfecto para parejas o escapadas creativas.

Asequible sin perder encanto
Hôtel de la Paix (Best Western Premier)
Céntrico, con piscina y terraza. Ideal para quienes quieren explorar a pie, descansar bien y disfrutar de una copa sin salir del hotel.
Hasta pronto, Reims
Donde las burbujas se quedan en la memoria
Reims ha sido más que una ciudad: ha sido un brindis prolongado entre historia, arte y sabor. Nos ha recibido con su catedral coronada de luz, sus crayères silenciosas, sus maisons centenarias y sus plazas que aún recuerdan el paso de reyes y reconstrucciones. Aquí hemos caminado entre vitrales y burbujas, entre tapices y terrazas, entre la solemnidad del pasado y la efervescencia del presente.
Pero el viaje no termina: el mapa del champán aún guarda secretos.
Desde Reims, seguimos hacia el sur, donde nos espera Troyes, la joya medieval de la región de Aube. Allí, las casas de entramado de madera y las vidrieras centenarias nos invitan a descubrir otra cara de Champagne: más íntima, más literaria, más artesanal. Un nuevo capítulo comienza, con aroma a historia y sabor a autenticidad.
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